La alta volatilidad reina en los mercados internacionales, que intentan ponderar cada señal económica y financiera, sin que logren disipar los temores a una recesión económica mundial, inclusive con nuevos estímulos de China sobre la mesa.
Así quedó reflejado en la jornada de ayer, donde en medio de los vaivenes de las bolsas el dólar se disparó $2,6 en Chile, hasta alcanzar los $722, su nivel más alto en tres años.
"Las divisas latinoamericanas operan a la baja dada la incertidumbre en cuanto a un posible acuerdo entre EEUU y China después de las declaraciones a veces contradictorias de fuentes oficiales y no tan oficiales", dijo Alfonso Esparza, analista senior de Mercado de América Latina de Oanda.
Estímulo con doble filo
Si bien las medidas para impulsar el consumo interno chino, entre las que se contemplan el alivio de las restricciones sobre las compras de vehículos, alcanzaron a entusiasmar a buena parte de los mercados de Asia y Europa, Wall Street se mostró más reticente.
Aunque la plaza neoyorquina abrió al alza, por la tarde se tiñó de rojo, luego que Hu Xijin, editor del medio estatal chino Global Times, asegurara que con las 20 directrices de estímulo, la administración de Xi Jinping hace "un esfuerzo por aprovechar aún más el mercado interno, sin poner tanto énfasis en las conversaciones comerciales", agregando que "cada vez es más difícil para EEUU" presionar a su país.
Añadió más dudas al ambiente el hecho de que Beijing desmintiera a Donald Trump, quien aseguró el lunes que altos funcionarios chinos se comunicaron telefónicamente con Washington solicitando la reanudación de las negociaciones comerciales. "Todo sigue totalmente atado a la guerra comercial. Las mentiras de Trump, sobre la supuesta llamada de China, hacen que pierda credibilidad y muestra que la Casa Blanca carece de una estrategia lógica, lo que le genera estrés al mercado", explica desde EEUU Alberto Bernal, jefe estratega de mercado globales de XP Securities.
Otras fuentes de dudas
Además de las confusas perspectivas de la confrontación arancelaria, ayer el diferencial entre el rendimiento del bono del Tesoro de dos y diez años se profundizó hasta los 5 puntos, su mayor nivel desde 2007, lo que pone nervioso a los inversionistas, dado que se trata de un movimiento que suele anticipar recesiones económicas.
Por otra parte, Alemania confirmó una contracción de 0,1% en el segundo trimestre, ante una baja de 1,3% en sus exportaciones, lo que complica el panorama de toda la zona euro.