
“Esto no es justo para nosotras, mamá”: la carta que reactivó el juicio por la herencia de Juan Easton
Patricia Easton, hija del fallecido empresario Juan Easton, demandó a su madre, su hermano y al abogado de la familia por excluirla del negocio familiar y cortarle un ingreso mensual que, según ella, tenía pactado. En una carta desde Berlín, le reprochó a su madre sentirse “abandonada en plena emergencia”, mientras un informe psicológico plantea un daño emocional que se arrastra desde 2013.

Patricia Easton Hevia presentó el 20 de diciembre de 2021, una demanda por indemnización de perjuicios ante el 25º Juzgado Civil de Santiago en contra su madre, Marta Hevia; su hermano Claudio Easton -actual gerente general de Easton Outlet-; y el abogado Santiago Montt, que asesora a la familia.
Psicóloga y economista de profesión e hija del empresario Juan Easton Manzi, Patricia Easton acusó a los tres demandados de haberse confabulado para excluirla del negocio familiar, desconocer su rol como socia y suspender los pagos mensuales que, según sostuvo, había pactado con la empresa. Por ello, solicitó que sean condenados a pagarle $300 millones por concepto de daño moral.
Más de tres años después, el caso se reactivó con el inicio de la etapa probatoria. En esta fase, se incorporaron nuevos antecedentes que dan cuenta del quiebre interno en el clan Easton, fundadores del formato outlet en Chile, luego de que el patriarca inaugurara en 2010 el primer centro comercial de este tipo en el país.
Entre los documentos presentados el 19 de marzo de 2025 por el abogado Juan Pablo Hermosilla -representante de Patricia Easton- se incluye una carta que ella envió a su madre desde Berlín el 18 de junio de 2020 y un informe de atención psicológica fechado en marzo de 2025.
En un correo electrónico titulado “Entre nosotras”, Patricia Easton le escribió a su madre en un tono íntimo y afectuoso, expresando su tristeza por el distanciamiento y la interrupción de los depósitos que recibía desde la empresa familiar.
“Me hace sentir abandonada en un país lejano en plena emergencia”, le dijo desde Alemania, en referencia a la suspensión de los retiros mensuales que, asegura, habían sido previamente acordados. La carta revela su desconcierto ante la falta de respuestas: “Trato de entender lo que ha pasado en este último mes y me doy cuenta que no has respondido mis últimos whatsapps desde más o menos la misma fecha en la que empezó a llamarme a Berlín urgiéndome -en medio de la cuarentena- el abogado Montt”.
La psicóloga también cuestionó el actuar del abogado Montt, al señalar: “¿Por qué si Montt es abogado tuyo y de Claudio y a la vez de la empresa, donde hay más socios que tú y Claudio? ¿Cómo lo hace, cómo se comporta con cada uno de los socios? En mi caso, como socia minoritaria, el abogado de la empresa también me debe respeto e información. Y no hace ni lo uno ni lo otro. Y en este momento, me parece que se sale de todos los marcos, parece que él mismo se confunde, transgrediendo toda ética profesional, inventando un conflicto familiar, etc., porque el depósito mensual de mis retiros no depende de los motivos que él pueda tener (y nunca me dijo), depende de otras cosas”.
Patricia Easton apeló a los vínculos familiares y al legado de su padre: “Él nos dejó el desafío de desarrollar un nuevo rol en el marco familiar, el de socios y socias. Qué bueno sería que por amor y gratitud a él y, desde luego, por cada uno de nosotros, nos hiciéramos cargo de lo que eso significa, y aprendiéramos a relacionarnos bien, mejor, positivamente en esos roles, en vez de estar cada uno en un rincón desconfiando del otro, aferrados quizás a malos consejos”.
“Esto no es justo para nosotras, mamá. Somos familia”, cerró.
Diagnóstico
El informe psicológico elaborado por Daniel Duque M., psicólogo titulado en la Universidad Católica, da cuenta de las consecuencias emocionales que ha enfrentado la demandante desde su marginación del negocio familiar. El documento certifica atención psicológica entre 2013 y 2016, y nuevamente desde 2020 a la fecha.
Durante 2020, Patricia Easton presentó episodios de estrés agudo, con síntomas de “angustia y desánimo, trastorno del sueño y agotamiento físico y mental”. El detonante fue, según el informe, la “suspensión abrupta de un ingreso fijo” que había sido pactado en 2017 con la empresa familiar. Esta situación ocurrió luego de que ella se negara a firmar un documento que -según una asesoría jurídica- le habría causado perjuicio.
“El ingreso convenido con dicha empresa significaba la base de financiamiento de sus costos de mantención, arriendo, alimentación, salud, etc.”, señala el informe. La interrupción de ese flujo fue experimentada como un evento altamente estresante.
El documento también remonta la génesis del daño emocional a un hecho anterior: en 2013, Patricia fue abruptamente excluida de la empresa familiar, donde ocupaba una posición relevante. “La condición de abrupta marginación laboral/familiar significó un trauma emocional por evento extremo de expulsión, en el que se combinaron el despojo de una posición laboral junto a la proyección de una carrera profesional, con una exclusión vincular y afectiva a nivel familiar”.
Contestación
El 10 de marzo de 2023, Marta Hevia, Claudio Easton y el abogado Santiago Montt presentaron su respuesta a la demanda de Patricia Easton. Pidieron que el tribunal rechazara por completo la acción. Señalaron que Patricia usa esta demanda para justificar su negativa a firmar una escritura que la incorporaría como socia de la empresa. Dijeron que el conflicto es de carácter societario y contractual, y no un caso de daño extracontractual como plantea la demandante.
En su defensa, afirmaron que Patricia Easton recibe desde 2017 un pago mensual de 189,88 UF (más de $6,7 millones actuales) a cambio de no pedir la disolución anticipada de la sociedad. Aseguraron que la suspensión de esos pagos en 2020 fue temporal y se debió a nuevas amenazas de Patricia. Luego, cuando dejó de hacer esas advertencias, se le depositaron todos los montos pendientes.
Respecto del abogado Santiago Montt, negaron que haya cometido faltas éticas. Dijeron que ha representado legalmente a Marta Hevia y Claudio Easton y que no hay impedimento para que lo haga. Añadieron que fue la propia Patricia quien le quitó el poder en 2013, sin quejas por su trabajo. Acusaron a la demandante de querer dañar su imagen profesional sin fundamentos.
También criticaron la forma en que está escrita la demanda. Afirmaron que no identifica un hecho ilegal claro que justifique una indemnización. Insisten en que este conflicto debió tratarse en sede arbitral o dirigirse contra la sociedad. “Las cosas son lo que son y no lo que las partes dicen que son”, resumieron en su escrito.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
3.
4.
¿Vas a seguir leyendo a medias?
Todo el contenido, sin restriccionesNUEVO PLAN DIGITAL $1.990/mes SUSCRÍBETE