La fortaleza económica de Estados Unidos depara un camino de alzas sostenidos de la Fed hasta cerrar el próximo año en 3,5% en su rango máximo. Esas son las estimaciones de Carlos Carranza, estratega FX para mercados emergentes de JPMorgan, quien ve en el ajuste de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) el principal motor de alza en el dólar, que debería continuar en mediano plazo.
En entrevista con PULSO, el analista del mayor banco estadounidense indicó desde Nueva York que las monedas emergentes seguirán bajo presión, en medio de un crecimiento que ha decepcionado. De todas maneras, llama a hacer una diferencia entre los países de esta categoría, destacando que la moneda nacional es recomendable para inversionistas con mayor aversión al riesgo.
¿Qué fuerzas están moviendo al dólar en este momento?
-Hay varios factores. El primero es la suba de las tasas en Estados Unidos. Por varios años, la Fed tuvo las tasas bajas y eso fomentaba el efecto de carry o el apetito por mercados emergentes. En este momento las tasas de la Fed están visiblemente más altas y, dado el escenario de crecimiento de EEUU, se espera que las tasas de la Fed sigan subiendo. Estimamos una tasa de la Fed con el rango máximo de la banda en 3,5% para fin del 2019.
El segundo punto importante es la política proteccionista de EEUU, con respecto al resto de los países especialmente a China. El conflicto de aranceles ha generado un ambiente de incertidumbre, con un impacto importante en el interés de los inversionistas por las monedas emergentes. Si los aranceles generan una caída de la demanda de productos tanto de EEUU como de commodities, eso puede afectar a países exportadores de commodities.
En ese contexto, ¿el dólar va a seguir al alza?
-El dólar todavía puede seguir reforzándose. Si en EEUU sigue con fuerte crecimiento y alza de tasas, continuará la presión sobre el dólar. Pero este es un ciclo gradual y progresivo, no significa necesariamente que tengamos una direccionalidad tan clara en el corto plazo, aunque estructuralmente el dólar podría seguir ganando fuerza.
¿Cómo espera que se muevan las divisas de los mercados emergentes?
-La demanda internacional de bonos de mercados emergentes ha caído de una manera notable y eso genera que las tasas de esos bonos sientan la presión. En ese marco, se puede generar una incertidumbre que afecta a las monedas de mercados emergentes por una disminución de flujos de capital. Hay que tener presente que también ha habido una desaceleración del crecimiento de los emergentes. Si uno mira las estimaciones de crecimiento, en general, las revisiones han sido a la baja en 2018 y eso lleva también a una caída en el sentimiento de inversión, una caída en el potencial apetito por deuda local y presiones de monedas.
¿Se subestimó el efecto que tendría el alza de tasas de la Fed?
-En parte sí, se subestimó la importancia que tiene el costo de fondeo. Muchos inversionistas en mercados emergentes tienen sus fondeos en países desarrollados.
Hay mucha diferencia entre fondear una posición de inversión en un país emergente con el rendimiento del bono en EEUU en 1% que en 3%, como ha ocurrido con la tasa a dos años desde fin del 2016. Nuestra estimación es que las tasas de Estados Unidos deberían seguir subiendo.
¿Hacen diferencias entonces entre los mercados emergentes?
-Sin duda hay una diferenciación en las divisas. Es importante comprender el estado de la balanza de pagos. Hay países que tienen un déficit de cuenta corriente grande, como Argentina y Turquía, y hay países que han corregido muy fuertemente su déficit, como Brasil. Una balanza de pagos que muestra menor déficit sugiere menor vulnerabilidad a shocks externos.
Otro indicador de vulnerabilidad son las reservas del banco central. Un país que tiene reservas muy altas suele tener mayor potencial para defender su moneda en caso de un aumento drástico de la volatilidad. También hay que considerar la tenencia de bon os soberanos como medida de riesgo. Si están en manos de fondos de pensiones locales, suele ser un indicador de estabilidad.
¿Cómo es percibida la moneda chilena en relación a las vulnerabilidades que describe?
-Chile tiene una posición bastante sólida para hacer frente a volatilidad internacional. Tiene una gran parte de sus bonos en manos de fondos de pensiones, lo que agrega estabilidad. Países como Argentina o Brasil podrían presentar mayores riesgos, dado que la deuda soberana está en manos de inversionistas con horizontes de inversión más cortos, lo que aumenta el riesgo de que vendan estos instrumentos en situaciones de volatilidad.
¿Recomienda invertir en el peso chileno entre los mercados emergentes?
-Hay ventajas y desventajas de invertir en el peso chileno. En parte depende del perfil de riesgo que tenga el inversionista. Por ejemplo, invertir en la moneda de Chile, que es un país estable en la región, rinde una tasa anualizada cercana al 3,5%.
Si bien los riesgos son menores que en países vecinos, también lo son los rendimientos. A modo de ejemplo, una inversión en el futuro del peso argentino rinde alrededor de 45% anualizado. Para aquellos que buscan un rendimiento alto y un riesgo alto, monedas como el real brasileño o el peso argentino les pueden parecer apetecibles. En cambio, aquellos inversionistas que buscan un menor nivel de riesgo pueden encontrar en el peso chileno una buena oportunidad de inversión.