Las conclusiones de la última actualización del Índice de Rastreo para la Recuperación Económica Global (TIGER, por sus siglas en inglés) suponen una preocupante advertencia sobre el crecimiento mundial.
"La economía global se tambalea desde una recuperación desigual hasta una desaceleración sincronizada". Ese el título del reporte que analiza los resultados del TIGER, índice elaborado por el centro de investigación Brookings Institution, en colaboración con el Financial Times.
En esta oportunidad, el índice que agrupa los resultados de la actividad real, financiera e indicadores de confianza de países desarrollados y emergentes-revela que la naturaleza de la desaceleración "tiene presagios siniestros para estas economías en los próximos años, especialmente debido a las actuales limitaciones en las políticas macroeconómicas que podrían estimular el crecimiento", se lee en el artículo.
Según explica Brookings, esto se debe a un debilitamiento de la confianza empresarial y del consumidor, además de las incertidumbres geopolíticas y las tensiones comerciales. Dichos factores han frenado la inversión empresarial y podrían afectar las perspectivas sobre el crecimiento futuro.
"Es probable que los altos niveles de deuda pública limiten la capacidad de las principales economías avanzadas para contrarrestar una desaceleración con estímulos fiscales", se lee en el reporte.
El informe puntualiza en las políticas monetarias de los Banco Centrales y afirma que siguen siendo limitadas en economías avanzadas, donde las tasas de las políticas son cercanas o por debajo de cero. Tal como ocurre actualmente con el Banco Central Europeo.
Estados Unidos
Para explicar las conclusiones, Brookings comienza con un análisis al desempeño económico de Estados Unidos. La expansión se ha moderado al tiempo en que los estímulos fiscales se desvanecen y el crecimiento de indicadores claves como el empleo y las ventas minoristas se debilitan.
"La disminución de la confianza de los negocios y los consumidores, junto con una curva de rendimiento que se mantiene relativamente plana a pesar de las perspectivas de grandes déficits presupuestarios de los Estados Unidos, sugiere una mayor debilidad en el futuro", dice el reporte.
Ello, mientras que los salarios se han modera y las presiones inflacionarias han impulsado a la Reserva Federal a dejar atrás su ciclo de alza de tasas, con el debate girando hacia posibles recortes.
Brexit llegando a un punto crítico
El reporte indica que el crecimiento de Europa se debilita con su "locomotora principal", Alemania, perdiendo vapor, además del menor dinamismo del resto de las economías de la zona euro.
"La confianza de las empresas y los consumidores parece haber dañado los ánimos en el bloque, lo que podría mantener un crecimiento bajo", dice el informe.
Esto, en medio de las incertidumbres relacionadas al Brexit, "que están llegando a un punto crítico en el Reino Unido".
Así, Brookings afirma que las condiciones financieras se han visto afectadas a medida que los mercados de acciones se debilitan y el crecimiento del crédito se estanca. Sin embargo, hasta el momento, la economía real "se ha mantenido mejor de lo esperado y el desempleo sigue siendo bajo a pesar de una contracción en la inversión empresarial".
Los riesgos por China
Sobre China, el reporte indica que las recientes medidas de estímulo monetario y fiscal aún son modestas y dan cuenta de la preocupación de las autoridades por la trayectoria del crecimiento de la segunda mayor economía del mundo.
"La continua asignación de créditos está aumentando los riesgos del sistema financiero y también pone en peligro la productividad a largo plazo y el crecimiento de la producción", dice el reporte.
Con este escenario, Brookings es enfático en advertir que cualquier alivio que los países emergentes puedan experimentar por la política acomodaticia de la Reserva Federal, ha sido superado por la desaceleración del crecimiento chino, que ha afectado a las exportaciones.
En esa línea, el informe puntualiza que si bien las economías de Brasil, México y Rusia podrían crecer alrededor del 2% en 2019, todas enfrentan vulnerabilidades sustanciales, incluidas las posibles disminuciones de la demanda mundial y los precios de los productos básicos.
Contexto macroeconómico sombrío
Con todos los antecedentes recopilados, el reporte concluye que existen tres factores que amenazan la futura expansión del comercio global: la pérdida de impulso de crecimiento en las principales economías de mercados avanzados y emergentes afectará directamente la demanda de importaciones y los flujos comerciales transfronterizos asociados.
El segundo es el debilitamiento de la confianza de los consumidores y las empresas, que está amortiguando componentes sensibles al ciclo como la demanda de bienes duraderos y la inversión empresarial en capital físico.
El tercer factor está relacionado con las tensiones comerciales actuales y los riesgos geopolíticos, incluidas las fuerzas populistas que tensan a muchas democracias importantes.
"Pero las preocupaciones van más allá del corto plazo. Las tensiones comerciales pueden dejar una cicatriz duradera en la economía mundial. Esta incertidumbre está minando la confianza empresarial y deprimiendo la inversión privada, lo que tiene implicaciones para el crecimiento de la productividad a largo plazo", dice el reporte.
Con todo, Brookings plantea que el principal desafío para los políticos es evitar "nuevas heridas autoinfligidas y utilizar una combinación juiciosa de políticas monetarias y fiscales para respaldar el crecimiento, mientras que se comprometen con la agenda de reformas más amplias para los mercados de productos, laborales y financieros".