Estudio analiza impacto del teletrabajo en la productividad y propone medidas para Chile
Investigación de Clapes UC, que hace una revisión de la evidencia internacional y local sobre el tema, plantea que el efecto de la modalidad de laborar a distancia en la productividad depende de la naturaleza del trabajo, las condiciones del hogar y las habilidades de autogestión de los empleados, y sugiere a las empresas en Chile fomentar la flexibilidad, entre otras estrategias.
Luego de la pandemia del Covid-19 se ha generado un debate mundial sobre las implicancias que tiene para la economía la llegada del teletrabajo y el grado de masificación que alcanzará esta modalidad en el mundo. Un estudio de Clapes UC recopiló una serie de recientes investigaciones internacionales y locales sobre el impacto que ha tenido el trabajo remoto en la productividad laboral y propuso cinco medidas para potenciar al máximo esta forma de trabajo en las empresas chilenas.
En base a datos del Ministerio del Trabajo, el estudio recuerda que antes de la pandemia solo el 0,5% de la fuerza laboral asalariada usaba esta modalidad, lo que aumentó en la crisis sanitaria a más del 20% durante el trimestre junio-julio-agosto de 2020. En la actualidad, el porcentaje de asalariados trabajando desde el hogar disminuyó al 3,2%, lo que indica que esta modalidad se ha establecido en algunos sectores del mercado laboral, afirma la investigación realizada por la investigadora Constanza Soto y el coordinador macroeconómico de Clapes UC, Hermann González.
Los datos internacionales revisados por Clapes UC revelan impactos disímiles del trabajo a distancia en la productividad. Mientras los beneficios apuntan a la reducción de desplazamientos, mayor flexibilidad e inversión en tecnología, las desventajas se centran en el aumento del estrés, la desconexión y el aislamiento social.
El estudio de Bergeaud y otros autores (2023), que analiza el impacto del teletrabajo en la productividad de las empresas en Francia antes, durante y después de la crisis del Covid-19, destaca que el teletrabajo puede tener efectos positivos en la productividad, especialmente cuando se implementa en niveles intermedios. Estos beneficios pueden destacar cuando el teletrabajo se combina con inversiones en tecnología de la información, lo que facilita la digitalización y la innovación dentro de las empresas, describe el estudio de Clapes UC.
Otro estudio de Matsumoto y otros autores realizado en Japón (2023) -el que reveló cómo el malestar psicológico influye en la productividad y el compromiso, sugiriendo que el bienestar emocional es crucial para el rendimiento laboral- muestra que el teletrabajo tiene un impacto positivo en la productividad para empleados con bajos niveles de malestar psicológico, incluso mostrando que su frecuencia óptima para esta modalidad era de cinco días a la semana.
Sin embargo, no todas las investigaciones constatan los mismos beneficios. “Anakpo et al. (2023) y Farooq y Sultana (2022) encuentran que el teletrabajo puede afectar negativamente la productividad, especialmente en trabajos que requieren alta colaboración o en hogares con dependientes, donde los conflictos entre trabajo y vida familiar son frecuentes. Los empleos de alta colaboración se ven especialmente afectados por la falta de interacción cara a cara, dificultades en la coordinación entre compañeros y soporte técnico insuficiente”, añade la investigación.
El caso de Chile
Si bien la investigación para Chile es limitada, existen estudios preliminares que indican una percepción positiva en la productividad, especialmente entre docentes universitarios y millennials, añade el informe. “Sin embargo, también se señalan riesgos, como el agotamiento emocional y la falta de interacción física. En el sector de la ingeniería, la AIC (Asociación de Empresas Consultoras de Ingeniería de Chile) reporta que las empresas pequeñas y medianas mantuvieron o aumentaron su productividad con el teletrabajo, mientras que las grandes empresas experimentaron una disminución, sugiriendo que el efecto varía según el tamaño de la empresa y el sector”, concluye el estudio de Clapes UC.
A partir de estos datos, Clapes UC aterriza cinco recomendaciones de manera de ayudar a las empresas a aprovechar mejor el teletrabajo y mejorar su productividad. Entre ellos está el fomentar la flexibilidad en el teletrabajo, permitiendo a los empleados combinar el trabajo remoto con el trabajo en oficina, según las necesidades específicas del trabajo, las condiciones de trabajo en el hogar y las preferencias individuales. “La literatura sugiere que un nivel intermedio de teletrabajo maximiza la productividad, como indican estudios internacionales. Este enfoque también puede ayudar a reducir el agotamiento y mejorar el balance entre la vida laboral y personal, como se observa en el contexto chileno”, sugiere el estudio.
También plantea una mayor inversión en infraestructura tecnológica por parte de las empresas que faciliten el teletrabajo, incluyendo herramientas de colaboración en línea, equipos ergonómicos y conexiones a internet robustas. Asimismo, propone implementar programas de capacitación que ayuden a los empleados a desarrollar habilidades en la gestión del tiempo, la autoobservación y el autoliderazgo, además del desarrollo de políticas de apoyo para trabajadores con responsabilidades de cuidado familiar. Por último, sugiere establecer políticas que aseguren una comunicación regular y bien estructurada entre empleados y supervisores, y entre colegas, para mantener la cohesión del equipo y facilitar la coordinación.
“Se concluye que el impacto del teletrabajo en la productividad depende de la naturaleza del trabajo, las condiciones del hogar y las habilidades de autogestión de los empleados, sugiriendo la necesidad de políticas públicas que maximicen sus beneficios y mitiguen sus efectos adversos. Se recomienda fomentar la comunicación efectiva y la autonomía laboral para mejorar el compromiso y bienestar de los trabajadores”, concluye el estudio.
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