La economía chilena sigue en un escenario negativo y empeorando, pero con una leve muestra de que la velocidad del retroceso ha disminuido. Así lo muestra el reporte del Barómetro de la Economía Chilena del Instituto UNAB de Políticas Públicas, el cual tiene como fin comprender el estado de la economía local mediante el análisis de diversas estadísticas públicas que afectan directa e indirectamente la vida de las familias.
Lo anterior ya que, de acuerdo al barómetro, fueron ocho de las 20 variables que componen el instrumento (inflación, remuneraciones reales, deuda neta del gobierno central, incertidumbre económica, confianza de los consumidores, participación laboral, valor del dólar y el IPSA) las que cambiaron de cuadrante, pasando de estar “empeorando” a “mejorando” al comparar con los tres meses previos.
En tanto, hubo solamente uno de los componentes que mostró deterioro: el índice de confianza empresarial, el cual sufrió un cambio de cuadrante con respecto a la medición anterior correspondiente al mes de octubre, pasando de estar “mejorando” a “empeorando” en dicho período.
Pese a todo, de acuerdo al estudio, aún no sería posible sacar conclusiones determinantes de una mejora de la economía, ya que se hace necesario analizar el movimiento con más periodos.
Variables que mejoraron
La disminución de la velocidad en la que estaría empeorando la economía chilena se explica, de acuerdo al estudio, debido al comportamiento de los indicadores en el corto plazo.
Así, por ejemplo, la participación laboral aumentó en 0,01 puntos porcentuales entre el trimestre móvil anterior y el último reportado por el INE. Esto influye en un cambio de cuadrante de la estadística, pasando de estar empeorando a estar mejorando, pero aun manteniéndose en un estado negativo respecto el largo plazo.
En relación a la deuda neta del gobierno central, la última cifra publicada del trimestre abril-mayo-junio muestra una disminución desde 19,5% del PIB en enero 2022 a 18,06% en abril 2022. Con esto, esta variable sigue en un buen estado en el plano general, con un cambio de cuadrante desde empeorando a mejorando, debido a esta disminución, dice el estudio.
La inflación, por su parte, muestra seguir en un estado muy negativo comparándolo con los escenarios anteriores de largo plazo. Sin embargo, presenta un cambio de cuadrante al pasar de estar empeorando a estar mejorando, relacionándose esto con sus disminuciones entre agosto y septiembre de 14,1% a 13,7% y actualmente de 13,7% a 12,8%. Si bien esto es una buena noticia, dice el informe, “es necesario observar su movimiento en los meses siguientes para sacar conclusiones rigurosas”.
Los consumidores, en tanto, muestran un leve aumento en su índice de confianza, pasando de 66,27 a 67,26. Con ello, su índice pasa de estar empeorando a mejorando. El escenario anterior se contrapone con lo que sucede con los empresarios, donde el índice de confianza empresarial muestra una disminución, y un cambio de cuadrante, pasando de estar mejorando a empeorando, y manteniéndose en un estado negativo.
Por su parte, el índice de incertidumbre económica disminuyó para octubre de este año, pasando de tener una variación a 12 meses de 25% en el informe anterior de octubre a una variación negativa de 4%. Respecto al tipo de cambio, el dólar -con un valor al 11 de noviembre de $893,54- pasó de estar empeorando a estar mejorando, aunque aún en un terreno negativo.
El índice de remuneraciones reales -que se analiza por su variación anual- si bien sigue en un estado negativo, muestra un cambio a estar mejorando relacionado con que la variación negativa a 12 meses del índice pasó de ser 2,6% en octubre a 2,2% en noviembre. Finalmente, el IPSA -del cual se analiza su variación a 12 meses- tuvo un cambio de cuadrante, manteniéndose en un estado positivo al comparar con el largo plazo, y ahora mejorando respecto a los tres meses anteriores.
Dados estos resultados, el subdirector del Instituto UNAB de Políticas Públicas, Gonzalo Valdés, señaló que “aunque seguimos en un terreno negativo, es una excelente noticia saber que la velocidad con la que se estaba deteriorando nuestra economía se contuvo en el corto plazo”.
A ello agregó que “el dato que refleja de mejor manera esto es el de la inflación, que si bien sigue alta, bajó, lo que significa que las políticas del Banco Central están funcionando. Por supuesto que hay que esperar más períodos para asegurarnos de que el rumbo es el correcto, pero ésta es una señal muy positiva de cómo se ha movido la economía”.
Conclusiones
Por su parte, el Índice Económico IPP UNAB, el cual representa un promedio de todas las estadísticas económicas estandarizadas, se continúa ubicando en el cuadrante “mal y empeorando” para el mes de noviembre, e incluso levemente peor que en octubre, pero con una velocidad de deterioro menor a la de los meses anteriores. Esto se concluye al analizar el movimiento de las variables respecto a los tres meses previos, donde si bien aún se encuentran en un terreno de empeoramiento, se acercan al comienzo de una mejora.
Con todo, tanto el barómetro como el Índice Económico “muestran nuevamente el escenario deteriorado en el que se encuentra la economía, sin embargo, con leves luces de una disminución en el empeoramiento. Es crucial ver cuáles serán las nuevas políticas implementadas por las autoridades, el Banco Central, y cómo variará el escenario externo para saber si es que esta mejora será permanente o solo transitoria”, dice el informe.
Por su parte, Gonzalo Valdés concluyó que “el llamado para las autoridades es a mantener el curso, puesto que las acciones que se han tomado en política monetaria y de inversión pública han sido las correctas. Lo que queda es lograr contener y superar la crisis, y para eso es necesario mantener el rumbo en el mediano plazo”, concluyó.