La cobertura de medicamentos es un tema complejo, en el cual queda mucho por hacer, sobre todo considerando que el gasto de bolsillo en remedios en Chile es el más alto dentro de la Ocde. Un estudio de Econsult, encargado por la Cámara de Innovación Farmacéutica, propone una estrategia pública de cobertura de medicamentos para reducir los niveles de desembolso individuales.
El informe “Mercado de Medicamentos en Chile”, plantea que cada vez es más necesario implementar una política pública que permita elevar la cobertura de los remedios, ya que el gasto de bolsillo en medicamentos ambulatorios como proporción del gasto total duplica al de países Ocde, al ubicarse en niveles cercanos al 80% (ver infografía).
Si bien el gasto total que destina el país en la compra de medicamentos, de 0,8% del PIB (Producto Interno Bruto), no es muy diferente al de otros países Ocde (1,3%) como España, o Italia, al no existir una póliza de cobertura universal o al menos más amplia, el mayor desembolso recae en los privados.
Según la última Encuesta de Presupuestos Familiares, en promedio, el 4,2% del gasto total por hogar es destinado a medicamentos, cifra que a su vez es mayor en el primer quintil -más vulnerable-, que destina el 5,7% de su presupuesto, versus un 3,4% del último quintil, de mayores ingresos.
En este escenario, el autor del estudio, el gerente de análisis microeconómico de Econsult, Andrés Osorio, recalca que las mejores prácticas internacionales muestran la existencia de programas de cobertura universal de medicamentos, sin distinguir entre remedios más o menos innovadores que van ingresando al mercado. De hecho, el informe muestra que por cada dólar invertido en innovación farmacéutica, los países se ahorran entre US$2,4 y US$8,3 en menores hospitalizaciones y visitas médicas.
El sistema propuesto
Antes de formular la propuesta, el estudio plantea algunas preguntas básicas: ¿cómo bajar el costo de bolsillo en medicamentos?, ¿cómo seleccionar medicamentos?, ¿qué y cómo cubrir? y ¿cómo determinar el reembolso?
Para ello, sintetiza las características generales que debiese contar un seguro de medicamentos, y luego, sugiere el diseño de una herramienta de evaluación, y elaborar una estrategia de cobertura y reembolsos fiscal.
El sistema propuesto debe ser integrado y no con soluciones fragmentadas; que la cobertura sea por medicamento y no por patología; que exista un monitoreo constante del impacto de la política en el precio de los medicamentos y su acceso; que haya coordinación entre el reembolso y los precios; implementar medidas para fomentar el uso de genéricos; fomentar el uso de genéricos a través de referencias internas de precios cuando estén disponibles, educación e información a pacientes y dispensadores, y sustitución obligatoria de medicamentos genéricos, entre otros.
Asimismo, propone tratar enfermedades caras con estrategias especiales, y por último, sugiere crear incentivos a los doctores a recetar medicamentos en base a un sistema de costo/efectividad.
Entidad técnica
Osorio, por otra parte, señala que en esta propuesta tiene un rol central un sistema llamado Evaluación de Tecnologías Sanitarias (Etesa), que sería “una entidad técnica autónoma que entregue una evaluación de valor del medicamento, incluyendo un análisis costo/ efectividad, el impacto terapéutico, la seguridad del medicamento, entre otros”.
Esta información sería utilizado como insumo para decidir el ámbito de la cobertura, y para que el Ministerio de Salud determine el precio de reembolso.
Basándose en la experiencia internacional y aterrizándola al contexto chileno, el autor reconoce que esto implicaría un mayor gasto fiscal, pero ello dependerá de múltiples elementos, como el diseño de la cobertura, la población cubierta, el copago y el deducible, entre otros.
En su evaluación estima que la implementación de este sistema de reembolso implicaría un gasto fiscal entre 0,5% y 1,5% del PIB (Producto Interno Bruto), mientras que el costo anual de la entidad independiente (Etesa) sería de entre US$10 millones y US$25 millones.
De acuerdo a las cifras consignadas por Econsult, en Chile el gasto fiscal en salud es de 8.9% del PIB, mientras que en los países de la OCDE promedia un 10%.