Cerca del 45,9% de las personas que se encuentra propensa a estar en situación de calle cae en esa práctica por primera vez, o bien, reincide en ella. Esta fue una de las principales conclusiones de un estudio realizado por las universidades de Chicago y California (EEUU), con el fin de evitar el aumento de los denominados "homeless".

Para ello, desarrollaron un modelo predictivo basado en el condado de Los Angeles, seleccionando una muestra de 3.000 personas de una población objetiva de 1,9 millones de adultos solteros que recurrieron a unas de las siete agencias de servicios de asistencia de la ciudad.

La investigación tomó datos como información sobre qué tipo de ayuda requirieron, la periodicidad y a cuántas agencias solicitaron apoyo. Esto, para identificar grupos de riesgos, además de corroborar quiénes se quedaron por primera vez sin techo o reincidieron en dicha práctica.

Otras de las alarmas que presentó el informe es que el alto precio del costo de la vivienda ha facilitado que este grupo sin hogar siga aumentando, situación que en Chile también podría generar un problema (ver nota secundaria), así como la necesidad de que los organismos actúen de forma oportuna, ya que la publicación estima que en un período de seis meses alguien puede caer en situación de calle. El informe siguió a la muestra desde 2012 hasta 2016, además de los cambios producidos durante 2017.

El condado de Los Angeles es el territorio más poblado de EEUU, e incluye a la segunda ciudad más habitada de ese país (solo superada por Nueva York) y que en un año ve en sus calles cerca de 76.000 adultos sin hogar, donde la mayoría (42.000) se encuentra saliendo y entrando de esta situación. Esto, pese a que la publicación destaca la forma en que el condado de la localidad del Estado de California está haciendo frente a este problema, con una inversión de US$355 millones en servicios para atender a gente que no tiene donde vivir. Sin embargo, la realidad es que la población sin hogar de esa zona continúa creciendo, llegando a un 12% de aumento en 2019.

Predecir los riesgos

La apuesta de este modelo es seguir agregando variantes, como la frecuencia en que este grupo de riesgo se atiende en los servicios ambulatorios de salud o es hospitalizado, además de patrones geográficos, como haber visitado distintos servicios.

Por otro lado, el sondeo también crea modelos para predecir el riesgo de la falta de vivienda entre poblaciones altamente vulnerables, como adultos mayores, personas que salen de la cárcel, o individuos con enfermedades mentales graves o con adicciones severas.

Los resultados y las recomendaciones de trabajo interdisciplinario para este grupo fueron presentados a las autoridades de Los Angeles en la primera parte de diciembre del año pasado y se estima que tienen un costo de US$3 millones, solo en términos de prevención.

El factor inmigración y el valor de arriendos acrecientan el problema en Chile

Los inmigrantes se han sumado recientemente a la población de riesgo de situación de calle en Chile, según el Hogar de Cristo. "Vienen a un lugar y no tienen donde quedarse. Muchas de nuestras hospederías, particularmente en Santiago, han aumentado de forma muy significativa la estadía de población migrante. En un momento fueron los haitianos, antes peruanos, bolivianos, y hoy son venezolanos. Se requieren elementos de prevención, tanto para la población local como extranjera", dice el director del programa de inclusión de personas en situación de calle de la institución, Andrés Millar.

Las dificultades para este tipo de población (extranjera o local) se ha dado por el aumento de los precios de las viviendas, tanto para el arriendo de un departamento, casa o habitación, comenta Millar. Según la entidad, este grupo ve difícil poder salir de su realidad y estar cerca del centro de las ciudades, como Santiago, donde existen más oportunidades laborales para ellos.

Otros grupos de riesgo son las personas en situación de pobreza, gente que haya pasado por programas estatales deficientes desde la niñez, o gente con problemas de salud mental o adicciones graves , además de los que han estado en la cárcel.

Desde el Hogar de Cristo estiman que -según su último estudio de 2018- existen cerca de 15 mil casos en el país. Esto, en base a que censar a este grupo presenta la dificultad de que están en constante movimiento en períodos no tan largos, por lo que la institución estima que se debe hacer un catastro de esta realidad cada tres años.