Estudio revela cambio en hábitos de compra y dice que chilenos están más preocupados por su empleo y finanzas que el promedio global
Una investigación de EY en más de 15 países en el mundo, que incluye por primera vez a Chile en su análisis, muestra el impacto de la pandemia y la reciente espiral inflacionaria en las tendencias de consumo. El sondeo revela también la consolidación del uso de los canales online por parte de los chilenos en sus compras habituales en desmedro de las tiendas físicas.
El impacto de la etapa más dura de la pandemia y también del actual escenario inflacionario ha cambiado en profundidad al consumidor chileno. Así lo revela el estudio “Future Consumer Index” de este año de EY, que sondea desde 2020 a más de 15 países en todo el mundo y que en 2022, por primera vez, incluye a Chile dentro de sus análisis sobre tendencias de consumo.
En lo esencial el estudio de la consultora, cuyo trabajo de campo se realizó a 18 mil personas en todo el mundo (500 en Chile) durante el primer semestre, muestra que el consumidor chileno está más preocupado por sus finanzas (92%) y empleo (76%) que el promedio global (78% y 63%, respectivamente). “Muchos consumidores chilenos han quedado con cicatrices, no sabían lo que era pasar necesidades, tener ciertas dificultades. Una vez que lo vivieron quedaron mucho más susceptibles que en otros países”, afirma Jaime Siles, socio de EY-Parthenon, al explicar el resultado de la medición chilena respecto de sondeo mundial.
Según el estudio, el efecto inflacionario ha dejado huellas en el consumidor chileno. Mientras el 73% asegura estar comprando solo bienes esenciales, versus el 44% de promedio mundial, el 52% indica estar adquiriendo menos productos no esenciales, como accesorios de moda.
Al indagar con mayor profundidad en sectores o productos, el estudio revela, por ejemplo, un cambio significativo en los hábitos de compra de artículos electrónicos: el 42% afirmó haber dejado de adquirirlos.
A su vez, mientras productos como cosméticos, ropa o zapatos se estarían comprando en menor cantidad, la comida fresca y los bienes asociados al cuidado del hogar han comenzado a ser reemplazados por alternativas más económicas, sostiene la investigación. Sin embargo, el estudio de EY también muestra que la categoría gas y petróleo sufre mínimos cambios en el hábito de compra de los consumidores chilenos.
Asimismo, el 52% de los encuestados está de acuerdo con aceptar un producto o formato más pequeño si lo anterior conlleva a una disminución en el precio.
Canales online
El estudio de la consultora EY muestra también la consolidación de las compras a través de canales digitales. En medio del proceso de reapertura de tiendas físicas, el 57% de los encuestados indicó estar haciendo una mezcla en sus compras entre tiendas online y físicas. De esta forma, se genera un nuevo consumidor híbrido que aprovecha las ventajas de ambos mundos, explica la investigación.
De hecho, el 60% de los encuestados considera que comprar online es equivalente a comprar de forma física. Incluso, al momento de realizar compras por internet, el 57% afirma que basa su consumo en listas de compras realizadas anteriormente, dando cuenta del espacio ganado por ciertas cadenas durante los últimos años.
“El estudio refuerza las estadísticas del uso del canal digital que han entregado distintos actores, como la Cámara de Comercio de Santiago, donde el 47% de los consumidores en Chile indican que comprarán en línea productos que antes adquirían en tienda y que el 58% de ellos está visitando las tiendas menos frecuentemente. Las empresas deben seguir adaptando su forma de satisfacer la demanda entregando más y mejores herramientas a sus consumidores que permitan tener una experiencia satisfactoria, simple y efectiva a la hora de comprar”, afirma Ángel Izurieta, socio líder de Consultoría en Tecnología de EY.
Jaime Siles va más allá y explica que el consumidor chileno está exigiendo mejores estándares a sus compras online.
Pero más allá de la sensibilidad al precio y los canales que use para sus comprar, el estudio muestra a un consumidor más atento al impacto social y medioambiental de los bienes que adquiere.
Mientras el 58% de los encuestados indica que en un largo plazo estaría prestando más atención al impacto medioambiental de lo que compra, el 61% estaría entregándole más relevancia al impacto social, manifiesta el estudio de EY.
De hecho, añade el sondeo, más de la mitad de los encuestados está de acuerdo con comprar solo marcas que estén alineadas con sus valores en el largo plazo, incluso si ello implica cambiarse de una marca que conoce y en la que confía.
“Con todo, el estudio plantea una dicotomía entre lo que los consumidores indican respecto de su conciencia ambiental, donde el 66% en Chile dice que el medio ambiente será una prioridad máxima en la forma en que viven y lo que compran, y el 59% afirma que el empaquetado sostenible se ha convertido en un criterio de compra más importante durante el brote (de Covid-19). Sin embargo, a la hora de indicar si pagarían una prima (mayor costo) por bienes de origen ético, el 86% indica que no y el 74% no pagaría una prima por bienes y servicios más sostenibles”, explica Ángel Izurieta, de EY.
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