La economía chilena evidenció una leve mejora en junio, continuando así lo ocurrido en mayo, periodo en el que el ritmo de mejora comenzó una leve tendencia positiva, aunque todavía no lo suficientemente significativa para repuntar y volver definitivamente a un crecimiento normal.
Así lo indica el último reporte del Barómetro de la Economía Chilena, instrumento creado por el Instituto UNAB de Políticas Públicas que muestra una radiografía de la economía en la actualidad, a través de 20 indicadores. En la versión de junio, señala que cinco de las 20 variables tuvieron cambios de cuadrantes, tres en dirección positiva y dos en sentido negativo.
En junio, el cuadrante más positivo -“bien y mejorando”- concentró el 30% de las variables: tasas de créditos hipotecarios, deudores morosos, participación laboral, spread soberano, Ipsa y remuneraciones reales. Por su parte, un 25% de los indicadores se posicionaron en el cuadrante “bien, pero empeorando” -deuda neta del gobierno central, incertidumbre económica, precio del cobre, brecha de participación laboral de género e inversión extranjera directa-.
En tanto, un 20% de los indicadores se ubicaron en el cuadrante “mal, pero mejorando”: inflación, confianza empresarial, confianza de consumidores y saldo en cuentas corrientes y depósitos. Por último, un 25% de las variables están en el área “mal y empeorando”: exportaciones, creación de empleos, Imacec, dólar y desempleo.
Cambios en junio
De acuerdo al reporte, cinco variables experimentaron cambios significativos durante junio, la mayoría en sentido positivo, a diferencia de lo ocurrido en el mes anterior, donde cuatro de las seis variables que cambiaron de cuadrante lo hicieron desfavorablemente.
En sentido positivo se movieron los deudores morosos, el spread soberano y el Ipsa. En el caso del primero, pasó de estar “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando” debido a que, para junio un 3,97% de la población se reportó como deudores morosos, presentando una disminución de 0,27 puntos porcentuales respecto al mes de mayo. Sin embargo, esta cifra todavía se encuentra por sobre el límite sano de esta variable (2,95%).
Desde el cuadrante “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando” evolucionó el spread soberano o riesgo país, obteniendo 139 puntos básicos en junio, 9 puntos menos que el 15 de mayo del 2023. Esta reducción, la más alta desde agosto de 2021, revela una disminución en la percepción de riesgo por parte de los inversores.
Finalmente, el Ipsa pasó de estar “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando”, alcanzando 5.681 puntos el día 15 de junio. Esta mejora se debe, en parte, a las ganancias ligadas principalmente a servicios básicos.
En las fluctuaciones desfavorables, la inversión extranjera directa y el dólar presentaron cambios negativos. La inversión extranjera directa experimentó una disminución significativa en junio, pasando de estar en una situación “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”, con una variación del 21,11% respecto a mayo.
Otras variables
El informe destacó además otros indicadores económicos relevantes para el análisis del panorama económico. En el cuadrante “bien y mejorando”, la tasa de créditos hipotecarios se mantuvo por debajo del promedio de marzo y ligeramente menor que en abril de 2022. La participación laboral tuvo un leve estancamiento en un 60,89%, y las remuneraciones reales aumentaron un 0,8% en comparación con mayo.
En el sector “bien, pero empeorando”, la participación laboral de género mostró una disminución en los hombres y un cambio negativo en las mujeres, con una reducción de 2.088 trabajadoras en relación al mes anterior. La incertidumbre económica se mantiene alta, aunque ha mejorado desde el año pasado.
En el cuadrante “mal, pero mejorando” se encuentra la inflación, la cual tuvo una variación anual del 8,70%, y la confianza empresarial, la cual mostró una leve disminución. La confianza de los consumidores, en tanto, se mantuvo estable pero aun así manteniendo un alto nivel respecto a los últimos nueve meses.
Conclusiones
La economía chilena mostró señales de mejora en junio, pero el crecimiento aún no es lo suficientemente significativo para indicar una recuperación definitiva, de acuerdo al reporte, el cual indica además que la economía se encuentra estancada sin una tendencia clara de mejora o empeoramiento, debido en parte a la política monetaria contractiva que ha logrado reducir la inflación pero ha enfriado la economía.
Gonzalo Valdés, subdirector del Instituto UNAB de Políticas Públicas, indicó ante estos resultados que “por primera vez en mucho tiempo, la economía chilena se observa estática tanto en el corto como en el largo plazo. Si hacemos doble click en las variables de corto plazo que explican este estancamiento, vemos que los indicadores relacionados con el empleo son los que llevan más tiempo en el cuadrante más negativo del Barómetro, mientras que las variables asociadas a la inversión -como la confianza empresarial y el IPSA- se han ido moviendo hacia el cuadrante más positivo”.
En cuanto a las medidas necesarias para retomar la senda del crecimiento, Valdés señaló que “dado que Chile aún no es un país desarrollado, existen muchas oportunidades de mejora. Para disminuir la desigualdad no basta con una reforma tributaria, es necesario también enfocarse en aumentar la productividad y que estos recursos se gasten de forma más eficiente”.