La guerra comercial, el retiro de estímulos por parte de los bancos centrales y la temida gran corrección mantienen a los mercados bajo presión.

En este escenario, al cierre del viernes, el IPSA perdía 7,54% en lo que va del año, en línea con lo que ha ocurrido en el resto de la región.

Sin embargo, Latinoamérica también vive enfrenta desafíos relacionados con sus ciclos políticos, con Macri en Argentina adoptando una serie de medidas económicas, mientas Brasilestá ad portas de una elección presidencial compleja.

Y para los inversionistas, la respuesta al contexto para ser retirarse de la región. Según datos de Bloomberg, entre enero y septiembre los flujos al ETF Ishares MSCI de Brasil anotan una salida de US$520 millones, la mayor retirada de un instrumento en la región.

Eso sí, un triunfo de Jair Bolsonaro en el balotaje del 28 de octubre podría ser una buena noticia para los mercados, toda vez que tras su triunfo en primera vuelta los precios de los activos subieron.

Cabe recordar que el ETF de Brasil es el mayor de la región, con una capitalización de US$6.060 millones, seguido por el de México, con US$1.190 millones.

En el caso de Argentina, la salida ha sido de US$75 millones en el mismo período, y por debajo se encuentra Chile, con salidas por US$112 millones (una capitalización de US$449 millones), México por US$94 millones, y Perú por US$10 millones.

Sólo Colombia -anota un fluje positivo (US$2 millones).

Pero en el caso de Chile, las cifras no parecen tan negativas. El ETF IPSA Now, administrado por Itaú, anota ingresos netos por US$101 millones entre enero y septiembre.

Con todo, la retirada de flujos de la región se produce en un contexto de volatilidad en los mercados.

De hecho, la semana pasada Wall Street cerró una semana tumultuosa, la peor que se ha visto desde marzo, plagada de nerviosismo y de importantes caídas que se iniciaron con las alzas en los rendimientos de los bonos del tesoro, lo que quitó protagonismo a la bolsa.

A eso se sumaron rumores de una nueva subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU (Fed), que suele llevar a una ralentización de la economía y limita las ganancias de las empresas, por lo que Wall Street se volvió todavía menos atractivo.

Sin embargo, el Dow Jones terminó la semana con una caída de 4,19%, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq, perdieron esta semana un 4,10% y un 4,86% respectivamente.