Bruselas avanza en su investigación antimonopolio sobre Amazon. El gigante del ecommerce enfrentará este martes una denuncia formal de la Comisión Europea por prácticas contra la competencia, según el Financial Times.

El caso señala el aprovechamiento de los datos que recopila la empresa de Jeff Bezos de las ventas de los comerciantes de su marketplace para posicionar mejor sus propios productos en la plataforma. Así, el sondeo busca aclarar la legalidad del papel de Amazon en su doble rol: como minorista y como anfitrión de otras tiendas en línea, informó CincoDías.

La querella de este martes, presentada por la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, es resultado de una investigación que comenzó hace casi dos años para evaluar si Amazon abusa de la información de otros vendedores para competir con ellos. Las alarmas se disparan especialmente al tener a la vuelta de la esquina uno de los mejores trimestres para Amazon, con fechas como el Black Friday y las fiestas navideñas.

La compañía de Seattle, que cerró el tercer trimestre con unos ingresos de 96.100 millones de dólares, ya está en el ojo de los antimonopolio en Europa y en Estados Unidos. Amazon ha sido incluido desde el año pasado en una investigación del Congreso de Estados Unidos, junto a Google, Facebook, Apple para averiguar si los conglomerados llevan a cabo conductas anticompetitivas, al utilizar información sobre sus anunciantes, sus productos y sus transacciones para su propia estrategia comercial.

La batalla contra estos grandes tecnológicos también figura en el record de Vestager. La danesa, que cumple su segundo mandato como comisionada de competencia, ya ha liderado otras denuncias contra Amazon. En 2017, la comisaria obligó a la compañía a devolver 250 millones de euros a Luxemburgo en impuestos no abonados por haberse beneficiado de un sistema fiscal favorable.

Además, bajo su mandato, la Unión Europea ha multado a Google con más de 8.000 millones de euros en tres casos antimonopolio separados, mientras que a Apple se le ha ordenado pagar 13.000 millones de euros en impuestos atrasados al gobierno irlandés.