La Comisión Europea (CE) dio este miércoles luz verde para que Alemania ponga en marcha un fondo con 500.000 millones de euros para proporcionar liquidez y ayudas a la recapitalización para las empresas del país afectadas por la pandemia de coronavirus.
El fondo ha sido aprobado bajo el nuevo Marco Temporal de Ayudas de Estado puesto en marcha por el Ejecutivo comunitario a raíz de la pandemia, que permite autorizar apoyo público que en otras circunstancias habría sido ilegal, ya que la CE considera que es una medida "necesaria, apropiada y proporcional para remediar una grave perturbación de la economía".
"El esquema asegura que el Estado es suficientemente remunerado por el riesgo que asumen los contribuyentes y, en cuanto a las medidas de recapitalización, hay incentivos para que el Estado salga tan pronto como sea posible y la ayuda viene con condiciones adecuadas, incluyendo la prohibición de dividendos, bonus y otras medidas para limitar la distorsión de la competencia", argumentó en un comunicado la vicepresidenta de la CE, Margrethe Vestager.
El fondo proporcionará ayudas en forma de avales (400.000 millones del total), de préstamos subordinados y de instrumentos de recapitalización (100.000 millones de euros), en particular a través de la compra de acciones o instrumentos de capital híbrido, como bonos convertibles.
Además, podría captar otros 100.000 millones de euros para refinanciar otras ayudas de Estado ya aprobadas por Bruselas, lo que elevaría su presupuesto potencial a 600.000 millones de euros.
La medida es una muestra más del músculo financiero que está exhibiendo Alemania a la hora de apoyar a sus compañías. Más de la mitad de las ayudas de Estado aprobadas por la Comisión bajo el nuevo marco proceden de este país, muy por encima de las seguidoras más cercanas, Francia e Italia, que han concedido en torno al 16 % de las mismas.
Esta desigualdad en la capacidad de los Gobiernos para salir al rescate de las firmas nacionales aprovechando la flexibilidad que deja Bruselas podría traducirse después en una desigualdad entre las empresas del continente a la hora de competir.
Las de un país podrían salir de la crisis en mejores condiciones que las de otro, no porque su situación fuese más sólida, sino gracias al apoyo estatal, y se teme que algunos Gobiernos usen las ayudas no solo para mantener a flote a sus firmas, sino para reforzar su posición de cara al futuro.
La necesidad de reequilibrar la situación es una de las razones por las que la Comisión Europea ha propuesto la creación de un fondo de recuperación comunitario que ayude sobre todo a los países más golpeados por la crisis.
Sin embargo, ya solo el medio billón en ayudas alemanas aprobado hoy iguala los 500.000 millones en subvenciones a fondo perdido que tendría el fondo de recuperación europeo, que contará en total con 750.000 millones de euros (incluyendo 250.000 millones en créditos).