La Unión Europea quiere fortalecer el rol internacional del euro, con el objetivo de reducir el dominio del dólar y proteger al bloque de riesgos financieros, entre ellos las sanciones de Estados Unidos.
En un plan presentado el martes, la Comisión Europea, la rama ejecutiva de la UE, describió cómo la región puede fortalecer su capacidad de recuperación económica y financiera al reforzar la arquitectura de la moneda única y a través de mercados en crecimiento como las finanzas verdes.
Los llamados para una mayor autonomía del bloque cobraron fuerza después de que EE.UU. impusiera sanciones a Irán que también penalizarían a bancos europeos, empresas y personas que hacen negocios con la República Islámica.
El plan de la comisión refleja la creciente presión de los Estados miembro para que la UE adopte herramientas que le permitan alcanzar sus objetivos de política exterior sin tener que recurrir tanto a EE.UU., un aliado impredecible.
La capacidad de EE.UU. de imponer sanciones internacionales debido al poder del dólar “ha afectado gravemente la capacidad de la UE y sus Estados de promover objetivos de política exterior”, dice la comisión en el documento. La política formulada en Washington, en ocasiones, “comprometió el comercio legítimo y la inversión de empresas de la UE”.
Aliado volátil
La iniciativa de impulsar el papel del euro fue incluida por primera vez en la agenda de la UE por el expresidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker, quien, ante un socio errático en Washington, pidió medidas para proteger a las economías y la moneda de la región de la volatilidad en otras partes del mundo.
Fue durante el mandato de Juncker, en 2018, que el presidente Donald Trump retiró a EE.UU. del acuerdo internacional que restringía el programa nuclear de Irán y volvió a imponer sanciones.
EE.UU. también ha paralizado uno de los proyectos de infraestructura energética emblemáticos de Europa, Nord Stream 2, amenazando a empresas con sanciones. Las medidas del Gobierno estadounidense son percibidas como una forma de impulsar las exportaciones de gas natural licuado de EE.UU. a Europa y, al mismo tiempo, mantener el tránsito del combustible a través de países del este que no utilizan el euro pero tienen relaciones amigables con Washington.
Según el Banco Central Europeo, el euro sigue siendo la segunda moneda más utilizada en el mundo después del dólar. Pero a pesar de la reciente iniciativa, la UE puede hacer poco en términos de políticas o iniciativas legislativas para impulsar significativamente el uso de su moneda.
La principal preocupación para la UE será completar proyectos emblemáticos que unificarán mejor su sector bancario y los mercados de capitales. Sin embargo, estas iniciativas se han estancado frecuentemente debido a desacuerdos entre Gobiernos.
Finanzas sustentables
No obstante, la UE cree que su histórico fondo de recuperación, diseñado para ayudar a los países a recuperarse de la recesión inducida por la pandemia, podría ayudar a fortalecer el euro. El paquete de estímulo prevé 750.000 millones de euros (US$905.000 millones) en subvenciones y créditos, recaudados con deuda respaldada conjuntamente, mientras que un tercio de estos fondos tendrá que ser invertido en proyectos verdes.
“Promover las finanzas sostenibles es una oportunidad para convertir los mercados financieros de la UE en un centro global de ‘finanzas verdes’, fortaleciendo el euro como la moneda por defecto para la denominación de productos financieros sustentables”, indica el plan.
Otro factor que también podría cambiar las reglas del juego es la iniciativa del BCE para la introducción de un euro digital, según el documento. “Un mayor desarrollo del sector financiero digital europeo reforzará la autonomía estratégica abierta de la UE en servicios financieros y la capacidad de proteger la estabilidad y los valores financieros de la UE”.