El despertar en Chile fue agitado este lunes. Las noticias que llegaban desde los mercados asiáticos no eran auspiciosas, a las que luego se sumaron las de Europa y Estados Unidos. Este lunes las bolsas globales se derrumbaron ante la preocupación en torno a la salud de la economía estadounidense, y una posible recesión. Todos los mercados cerraron en rojo, y la bolsa de Santiago tuvo su mayor baja desde diciembre de 2021.
Esto llevó de inmediato a evaluar el impacto que podría provocar en Chile una recesión de Estados Unidos. Sin embargo, en el análisis, los economistas afirman que todavía es algo prematuro pensar en que se vaya a concretar esa mayor debilidad, pero igual creen que se deben seguir los acontecimientos con atención.
Explican que un primer efecto en Chile de un ajuste más profundo en la economía norteamericana sería un menor dinamismo del comercio exterior, lo que impactaría el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Y lo segundo que provocaría esta situación, es que el Banco Central debería continuar su trayectoria de baja en la Tasa de Política Monetaria (TPM) a un ritmo entre 25 puntos y 50 puntos base, dejando atrás la pausa que realizó en la reunión de julio pasado, donde mantuvo la instancia rectora en 5,75%. Esto, porque la Reserva Federal (Fed) de EE.UU. se vería obligada a apurar su decisión de recortar la tasa de interés, ya sea en una reunión extraordinaria, o bien en septiembre reducirla en una mayor magnitud de la que tenía incorporado el mercado, que hasta el viernes era de 25 puntos base.
Patricio Rojas, economista de Rojas y Asociados, lo planteó así: “Hubo un poco de sobrerreacción, porque la economía de EE.UU. si bien se ha venido desacelerando, de ahí a pensar que puede entrar a una recesión hay un paso mayor. Lo que sí muestran las cifras de empleo es que claramente la Fed está siendo demasiado cautelosa y se está quedando rezagada con su manejo monetario, y por ello debería actuar bajando la tasa en 50 puntos base en su próxima reunión”.
Desde el gobierno, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, salió a explicar lo sucedido. Desde su óptica afirmó que todavía es pronto para determinar si es algo transitorio o más permanente. “Cuando se trata de ajustes más bien transitorios, los mercados reaccionan con bastante rapidez. Si se trata de un ajuste de estas características lo veremos en los próximos días. Si tiende a mantenerse habrá que preocuparse sobre algunos efectos encadenados”, comentó.
Lo que ven los economistas
En el desglose del análisis los especialistas sostienen que se debe ir monitoreando cómo evoluciona la economía de Estados Unidos y los pasos que dará la Fed.
Sergio Lehmann, economista jefe de Bci, sostuvo que “la probabilidad de recesión se estimaba más bien baja hasta hace unas semanas y, tras la débil cifra de empleo de julio publicada el viernes pasado, esa probabilidad subió. Los mercados tienden a actuar de forma abrupta frente a cambios de escenario, que es lo que hemos visto este lunes”.
Priscila Robledo, economista jefa de Fintual, subrayó que “es innegable que las cifras más recientes del mercado laboral en Estados Unidos tomaron un giro hacia una mayor debilidad que antes. Sin embargo, es importante aclarar que hoy por hoy la economía de ese país sigue creando empleos y la tasa de desempleo permanece en niveles bajos en términos históricos”.
En ese contexto, mencionó que “hay sospechas de que la economía en Estados Unidos podría estarse deteriorando rápidamente, y algunos analistas y participantes del mercado se comienzan a preguntar si la Fed está cometiendo un error al mantener las tasas altas por tanto tiempo. Pero por ahora, estas son sólo sospechas”. Por lo mismo, indicó que “como los mercados siempre buscan adelantarse, reaccionaron a un escenario que es sólo una posibilidad futura. Es una reacción prematura y posiblemente exagerada”.
Misma mirada entregó Boris Pastén, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Finis Terrae, quien puntualizó que “es poco probable que entre en una recesión, el bajo nivel de empleo sólo es una de las condiciones para que el país entre técnicamente en una recesión”.
Efectos locales
Este escenario de mayor volatilidad que tendrán los mercados y sobre todo la probabilidad de una recesión podría impactar el comercio exterior de Chile, específicamente las exportaciones de cobre, creen los expertos. Eso generaría un menor crecimiento de la economía. A su vez, el Banco Central debería retomar las bajas de tasas y ejecutarlas en las tres reuniones que restan en el año: septiembre, octubre y diciembre, estiman.
“Nuestra economía está muy vinculada a los mercados externos, ahí es donde se reconocen las mayores oportunidades de crecimiento. Naturalmente, entonces, una economía global más debilitada lleva necesariamente a un menor impulso económico para Chile, producto de menores precios de commodities y baja en las exportaciones. Esto obligaría al Banco Central a responder con bajas más agresivas en su tasa de política, buscando estimular la demanda interna”, argumentó Lehmann.
Carlos Smith, académico del CIES-UDD, comentó que “un escenario más complejo externo, con bajas de tasas más agresivas por parte de la Fed, llevaría a que el Banco Central chileno baje un poco más rápido sus tasas de interés en los próximos meses”.
Robledo puntualizó que “en términos de tasas, un escenario de desaceleración global a la larga tiende a ameritar mayor estímulo monetario, por lo que no debiese cambiar los planes del Central de continuar con la baja de tasas durante este y el próximo año”.
Rojas acotó que el Banco Central bajará la tasa de interés en septiembre en al menos 25 puntos base, dado que la Fed tendrá un movimiento más agresivo. “El Banco Central tendrá mucha más holguras para tomar su decisión de política monetaria”, aseguró.