Hace unas semanas entró en vigencia el contrato de abastecimiento eléctrico de El Campesino -empresa controlada por EDF y AME-, con distribuidoras eléctricas, que ha generado polémica pues eleva las cuentas en 0,6% pese a no estar construida.
El ex ministro de Energía, Andrés Rebolledo, quien asumió el cargo después de la firma de ese acuerdo, aseguró que durante su administración se realizó todo el seguimiento y esfuerzos con la empresa para que la central se llevara a cabo.
¿Qué le parece la actual situación sobre El Campesino?
-Este es un caso aislado desde el punto de vista de los proyectos que no se han concretado en las licitaciones de 2014-2015. En general, la gran mayoría de los proyectos se ha concretado. Esto, lamentablemente, tuvo un escenario complejo por temas comunitarios, incluso se les revocó la autorización. Desde el punto de vista del sistema, ellos están sirviendo el contrato como empresa, porque lo están vendiendo desde otras fuentes o ellos mismos estarán haciendo su comercialización. Pero efectivamente no cumple el sentido de estas licitaciones, que eran proyectos de energía asociado a inversiones. Pero aclarar que este es un caso aislado. De hecho, en las últimas dos licitaciones nosotros, el anterior gobierno, la garantía la subimos para efectos de dar más seguridad respecto a la inversión.
En su administración, sabiendo que el proyecto no iba a estar listo para este año, ¿por qué no hicieron nada?
-Nosotros hicimos el seguimiento permanente con ellos. Hicimos todo el esfuerzo con las empresas y con los actores para que ojalá se concretara. Efectivamente había este contrato que lo que hace es generar un compromiso de energía y ese tema en particular tendrá que resolverse desde el punto de vista legal, porque hay un pleito sobre esto y tendrá que quedar despejado qué significa este proyecto.
Hay visiones distintas, la empresa tiene una y el regulador otra. Lo importante es que en la licitación hubo una energía firme, con precios competitivos para la época en que lo licitamos. Nosotros en su momento, lo que tratábamos de hacer es que se concretara este proyecto dentro de la institucionalidad.
Seguramente se llegó a un punto donde ustedes sabían que no se iba a construir o no estaba avanzando. ¿Hablaron con la empresa en ese momento?
-Tratamos de facilitar su concreción y en su momento los plazos y las decisiones las habrá tomado la CNE en lo específico. Yo no puedo dar detalles, pero nuestra apreciación como política pública en el ministerio, era tratar de facilitar ese proyecto, lo que no fue posible por razones que se conocen.
El contrato ya entró en vigencia y se ha producido todo este debate. ¿Qué hubiesen hecho ustedes con esta situación?
-Yo esperaría que se resuelva el conflicto, lo legal. Hay visiones todavía. Los contratos en esencia son de energía, están asociados a proyectos de inversión. Pero ese elemento en particular hoy día se debate. Si me preguntas a mí, yo tomaría la precaución de esperar que se resuelva esto.
¿Hubiesen oficiado a las distribuidoras?
-Eso ya es muy específico. Lo importante para efectos de los que están a cargo, es que se cumpla lo que se acordó en su momento en los contratos asociados a la licitación con los precios. Eso es lo que tiene que salvaguardar el gobierno.
El gobierno no tiene la opción de invalidar o renegociar el contrato, no está en sus facultades.
-Tú lo renegocias solo si es que las dos partes quieren sentarse a hacerlo.
Pero la CNE no tiene la facultad para tomar medidas...
-Porque es energía. La empresa lo comprará, lo sacará de otra fuente. No obstante, dado que siempre se presentó y los procesos eran asociados, hay quienes dicen de que esto está asociado a los proyectos individualizados en su momento en el proceso.