En pocos puntos coinciden los exministros Nicolás Eyzaguirre y Juan Andrés Fontaine. En lo general, ambos hablan de reducir la desigualdad, impulsar el crecimiento, cambiar impuestos y reducir la evasión tributaria, pero por distintos caminos.
Sus diferencias ideológicas se plasman en un terreno que pareciera ser más técnico u objetivo como es la economía, y eso fue patente en un nuevo ciclo de Conversaciones LT en el marco del especial Verdades que ya no son, por el aniversario 70 del diario.
En lo macro, ambos economista concuerdan que al país le hace falta más crecimiento y que para ello sería recomendable revisar los impuestos y subir el que grava las rentas. Hasta ahí la coincidencia.
“Si tú miras las cifras de Chile desde 1985 al 2005, el país crecía mucho más que el mundo y que América Latina, pero cuando pescas desde 2005 y hasta las proyecciones para 2025 del FMI, somos la mediocridad misma. Crecemos menos que el mundo y menos que el promedio latinoamericano y son 20 años. Entonces acá, como se diría en el campo, se nos echó la yegua”, observó Eyzaguirre.
A lo que Fontaine añadió otras métricas: “No podemos perder de vista que desde mediados de los 80 hasta mediados de los 90 el ingreso per cápita se incrementaba en 25% cada 4 años, después caímos a la mitad, y ahora vamos en un 5% de aumento en los últimos 4 años, una curva súper decreciente. Aquí ya no hay tanto crecimiento, ya no hay tanta generación de oportunidades”.
Para revertir ese deterioro económico evidente, propuso tres ideas: enfocar bien los programas de gasto social; un impuesto negativo al ingreso; y aumentar la base tributaria que paga el Impuesto a la Renta. Recordó que en promedio en los países de la OCDE se recaudan 18 puntos del PIB (Producto Interno Bruto) por este tributo, seis veces más de lo que se recauda en Chile por igual variable. “Se puede andar algo más rápido subiendo el impuesto a las personas, políticamente es lo más incorrecto que hay, pero no puede ser que un 80% de las personas esté exentas de pagar Impuesto a la Renta, y que el umbral de tasa máxima corresponda a 11-12 veces el sueldo promedio, cuando en los países desarrollados la equivalencia es de 6 veces”, sostuvo.
De acuerdo al Servicio de Impuestos Internos (SII) el tramo exento es de $688.891.
Para Eyzaguirre el crecimiento se estancó “porque topamos con un país que es demasiado segregado y estamos perdiendo demasiado talento”. Y compartió el hecho de que cualquier medida hacia delante debe estar relacionada con los impuestos, pero con foco en reducir la evasión y elusión.
“Para mí lo más importante es que paguen los que deben pagar. La subdeclaración de renta del capital es brutal, estamos hablando de 13 puntos del PIB. Si pagaran lo que tuvieran que pagar, otro gallo cantaría, tienes tres cuartas partes de la solución del problema”, explicó. E inmediatamente agregó que la gran diferencia con los países desarrollados es que allá se pagan los tributos, “y acá los evaden. Esto tiene relación con la Constitución, porque en los desarrollados el SII tiene prerrogativas como acceso a las cuentas bancarias y cláusulas antielusión para que efectivamente se persiga a los infractores, mientras que en Chile es un paseo”.
Esta última frase provocó hilaridad en Fontaine: “Me da un poco risa pensar que levantar el secreto bancario va a resolvernos el problema de la elusión. En la era del bitcoin pensar que eso cambia mucho las cosas, es una ingenuidad”.
A lo que Eyzaguirre replicó: “Con bitcoin y todo, levantar el secreto bancario es clave. Pero cuando se ha intentado llega un ejército de abogados y terminan echando abajo estas cosas en el Tribunal Constitucional porque no es menor, sino que es mucha plata”.