Twitter comunicó a sus empleados que cierra sus oficinas temporalmente y con efecto inmediato. Según un mensaje interno visto por algunos medios estadounidenses, la compañía, desde hace unas semanas propiedad de Elon Musk, dijo a sus trabajadores que las oficinas volverían a abrir el lunes 21 de noviembre, sin dar explicaciones de qué razones le habrían llevado a tomar esa decisión.

De acuerdo a CincoDías, el anuncio se produce después de que un alto número empleados haya optado por abandonar la compañía después de que el magnate les amenazara con despedirlos si no trajaban “largas horas a alta intensidad”. Musk dijo estar decidido a imponer en Twitter la dura cultura de trabajo del resto de sus empresas, entre ellas Tesla y SpaceX.

Según CNN, Twitter habría tomado la drástica decisión de cerrar sus oficinas por el temor a que algunos trabajadores “pudieran sabotear la red social”. Por ello, además de la citada medida, la compañía también ha cerrado el acceso a los trabajadores a las herramientas de comunicación interna y a los equipos de la empresa en manos de los mismos, igual que hizo el día previo a anunciar que despedía a la mitad de la plantilla.

La marcha de los empleados se produjo antes de la fecha límite que Musk había fijado para que estos suscribieran su conformidad a las condiciones de trabajo. En un correo electrónico a la plantilla, el nuevo propietario de Twitter dijo a los trabajadores que debían comprometerse con una cultura de trabajo “extremadamente duro” y dijo que aquellos que no se inscribieran antes del jueves 17 de noviembre recibirían tres meses de indemnización por despido.

Muchos empleados han estado tuiteando usando el hashtag #loveWherYouWorked y un emoji de saludo para mostrar que estaban dejando la empresa. “Creo que cuando el polvo se despeje hoy, probablemente queden menos de 2.000 personas [en Twitter]”, ha asegurado un ex trabajador a la BBC. Otro mensaje en Twitter de una persona que se identificaba como ingeniero de la red social aseguraba: “De: DM de Ingeniería a Elon Musk. Asunto: Adiós”. Hay hilos de mensajes en la propia red social con decenas de mensajes de los empleados.

Antes de que Musk adquiriera Twitter, la plataforma tenía unos 7.500 empleados; pocos días después, y tras el fuerte recorte de trabajadores aplicado por el magnate, se quedaba en unos 3.700. Ahora, se desconoce el número exactos de los que quedan.

La salida de más trabajadores eleva la incertidumbre sobre el futuro de la plataforma, en manos de Musk, tras pagar por ella 44.000 millones de dólares. El temor a que la red social colapse crece, ya que no existe un número suficiente de ingenieros al frente de algunos de los sistemas críticos, que podría provocar que la plataforma deje de funcionar. “No puedo enfatizar lo suficiente cuánto está todo paralizado”, dijo un empleado, según informa el Financial Times.

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