Una de las reformas en las que el empresariado tiene altas expectativas es en la laboral, que será presentada en las próximas semanas.

Esto, porque durante la administración anterior se encareció artificialmente los costos al otorgarle un poder al sindicato que incluso hoy no está del todo claro, derivando en que las definiciones sobre el mercado laboral se decidan en los tribunales, agregando una constante incertidumbre para los empleadores.

Lo anterior, de acuerdo con lo manifestado por los empresarios en algunas mediciones del Banco Central, ha acelerado la decisión por parte de las compañías para incrementar sus inversiones apuntando a automatizar sus procesos productivos.

Es por ello que el próximo proyecto de reforma laboral debe considerar materias que históricamente han sido conflictivas.

Se trata de la flexibilidad laboral, cambios a la indemnización por años de servicio, la revisión de la normativa que regula el reemplazo interno de trabajadores en caso de huelga y la reglamentación de los grupos negociadores.

Esto es vital para elevar la contratación, especialmente ante la rigidez que, naturalmente, limita las decisiones de inversión y de ampliar la planta de funcionarios, afectando en especial en los grupos de jóvenes y mujeres.

La flexibilidad necesaria se advierte en en la nueva economía. Los nuevos emprendimientos requieren modalidades flexibles de trabajo, especialmente las colaborativas.

De hecho, los mismos fundadores de Cornershop, uno de los principales negocios del año, hicieron ver en una entrevista concedida a este medio, que la empresa tiene cerca de 4.000 compradores sólo en Santiago gracias a que uno de los atractivos de este tipo de empleos es la flexibilidad, pero que muchas veces es incompatible con la legislación actual.