Poco a poco se va generando un consenso sobre el hecho de que la economía necesitará un mayor estímulo monetario, pese al reciente recorte de 50 puntos base (pb) de la Tasa de Política Monetaria (TPM) decidida por el Banco Central a principios de junio.
Si bien las primeras en señalar que la actividad necesitará otro recorte de 25 pb este año fueron las expectativas implícitas en los activos financieros -tasas swap-, ahora se sumaron los expertos a través de la Encuesta de Operadores Financieros del instituto emisor, quienes apuestan por una disminución adicional de un cuarto de punto en octubre, lo que dejaría al tipo rector en 2,25%, su nivel más bajo desde septiembre de 2010, en plena crisis subprime.
Todo esto, en un contexto en el que se prevé una inflación levemente negativa para junio, en rangos según los forward UF de entre -0,08% y -0,04%.
Estas expectativas se dan además en medio de declaraciones de autoridades del Central que han enfatizado que el ente emisor será flexible en caso de que los escenarios económicos global y doméstico empeoren, y de ajustes a la baja en la estimación de crecimiento del PIB para 2019 hacia un 2,9%.
¿Qué ve el mercado?
Según Matías Solorza de BanChile, "nuestro escenario indica un crecimiento de 2,9% para 2019, y en caso que no exista aquella recuperación macro, no es descartable observar más recortes en la TPM".
De hecho, hay analistas que ven más de un ajuste al descenso del tipo rector en el mediano plazo. Martina Ogaz de EuroAmerica plantea una baja en septiembre "y eventualmente otra ya al finalizar el año, si el escenario económico no se recupera", a la espera de la decisión de la Reserva Federal (Fed) de EEUU y lo que ocurra con la tensión comercial con China.
En el Santander abordan el análisis desde los mensajes del BC, particularmente del consejero Alberto Naudon en PULSO, y la posibilidad de ver más recortes de 50 puntos base dada la menor frecuencia de las reuniones de Política Monetaria (TPM).
"No descartamos que el Consejo recorte en 50 pb la TPM en septiembre, lo que además coincide con la publicación del IPoM, donde prevemos que se revisará a la baja la proyección de crecimiento para el año", explica Fabián Sepúlveda de esa institución financiera.
Antonio Moncado de BCI,en cambio, avisora más bien una estabilidad de la tasa. "Sustenta esta visión un desempeño más positivo en la actividad, expectativas de inflación ancladas al 3% con una convergencia progresiva a ese nivel, y un escenario externo más benigno hacia la segunda parte de este año", sostiene.
Pero para quienes ven recortes, esto no sería posible si es que no hubiesen bajas presiones inflacionarias.
"Estimamos que la pérdida de dinamismo de la economía y las bajas presiones inflacionarias justifican un estímulo monetario aún mayor al que el BC introdujo", asevera Sepúlveda.
Con una expectativa un poco más elevada, Mauricio Carrasco de Econsult anticipa que "para el segundo semestre vemos mayores registros de inflación asociados a los productos transables de la canasta, mientras que la inflación asociada a los no transables se mantendría acotada", lo que llevaría al indicador a un cierre de 2019 en 2,8%, dice.
Ambas proyecciones ubican a la inflación bajo el centro del rango de tolerancia del Central (entre 2% y 4%).