Sorpresa generó entre los economistas la expansión de 3,5% que tendrá el gasto público en el Presupuesto 2024. Esto, porque esperaban que fuera algo más austero y, por ende, con estimaciones que apuntaban a un rango de entre 2% y 3%. Asimismo, mencionan que los supuestos estructurales de PIB tendencial de 2,3% y precio del cobre de largo plazo de US$3,86 la libra, no permitían anticipar un crecimiento como el que se presentó.

Macarena García, economista de Libertad y Desarrollo (LyD), afirmó que por “la información entregada, el crecimiento del gasto de 3,5% en 2024 se ubica por sobre lo esperado, esto es, por sobre el crecimiento tendencial de la economía (2,3%) y muy por sobre el crecimiento estimado del PIB del próximo año, que se ubicaría entre 1,25% y 2,25% según el Banco Central”.

En ese escenario, planteó que “es necesario saber cuál es el tratamiento de los ingresos del litio, es decir, cuánto se considera como permanente y cuánto transitorio. Es fundamental recoger las recomendaciones del CFA en esta materia respecto a ser conservador y no gastarse más de lo que se debe de estos recursos, ya que no se sabe cuán transitorios serán”. Visión similar entregó la exdirectora de Presupuestos, y ahora investigadora de la Universidad San Sebastián, Cristina Torres, quien sostuvo que “no se trata de un Presupuesto austero. El crecimiento es un punto por sobre el límite superior del rango de crecimiento esperado del PIB para el mismo período”.

Cristina Torres, exdirectora de Presupuestos.

Torres puso el acento en el gasto de capital: “Para el 2024, de acuerdo al anuncio, el gasto de capital crecería cercano al 2%, considerando que este alcanzaría el 4,1% del PIB. A grandes rasgos, implica cerca de US$250 millones adicionales. Este monto amerita un análisis a la luz de lo ocurrido el presente año, donde se estima que la subejecución de gasto de capital alcanzará al 9,7%. Esto implica subejecutar cerca de US$1.400 millones”. Mientras que Patricio Rojas, economista de Rojas y Asociados, añadió que “se esperaba que el crecimiento estaría entre 2% y 2,5%. Esto anticipa que los supuestos que Hacienda tenga en materia de ingresos son más optimistas”. No obstante, valoró la orientación del erario fiscal que apunta a la reactivación de la economía.

A nivel político, en tanto, hay distintas posturas. Por el lado del oficialismo, ven que es un Presupuesto reactivador, y que fija las prioridades correctas. “Sin dudas tendremos una discusión intensa. Si bien coincidimos en las prioridades, puede haber discrepancias en cómo se ejecutan los recursos, pero creo que llegaremos a un buen entendimiento”, sostuvo el presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Ricardo Lagos Weber (PPD).

Ricardo Lagos Weber, senador PPD.

En esa misma línea, la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Daniella Cicardini, afirmó que “acá hay un Presupuesto responsable, con fuerte foco reactivador. Espero que podamos debatir este Presupuesto en el Congreso con la oposición, pero espero sea desde el ánimo honesto de perfeccionarlo y no desde el obstruccionismo”. Pero desde RN, la diputada Sofía Cid planteó que “hay que revisar en detalle que los mayores recursos que se anuncian no terminen en empleos públicos que no benefician a las personas y que sólo sirven para aumentar el costo del aparato burocrático”.

En el Partido Republicano tienen una primera mirada crítica. “Si bien esperábamos que este fuera austero, al final nos encontramos con un Presupuesto en el que el gasto público aumentará en 3,5%”, indicó el diputado Agustín Romero, quien acotó que “aparentemente la opción no fue la reasignación de recursos o mostrar un poco de esfuerzo por una gestión eficiente de los fondos públicos existentes”.