El expresidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, hizo un llamado a dar señales políticas para mejorar el desempeño de la economía local y acelerar la tramitación de la reforma de pensiones y tributaria. Esto, para mejorar el crecimiento del país en medio de la guerra comercial.
"llegó el momento de mostrar señales internas de que somos capaces de lograr ciertos acuerdos. La política tiene un efecto en la economía (...) Destrabar las reformas es algo importante porque nos prepara hacia adelante", dijo en entrevista con el programa Información Privilegiada de Radio Duna.
Con todo, el investigador senior del Centro de Estudios Públicos (CEP) también llamó a la calma en vista del pesimismo en torno a la desaceleración mundial y su efecto en el país. "Que el crecimiento en Chile, que puede ser entorno al 2,5%, no es malo, es uno de los más altos de América Latina. Así que yo creo que hay que tener cuidado con ser demasiado pesimista respecto a lo que está sucediendo (...) No es un mal crecimiento y nos deja en muy buen pie para el 2020".
Vergara reiteró la necesidad de destrabar la agenda legislativa y planteó que "reformas positivas" le dan a Chile resiliencia, "le permiten enfrentar de mejor forma lo que sucede en el resto del mundo y le da mas fuerza interna hacia al incremento de la productividad".
Inquietud laboral y tributaria
Sin embargo, el economista y miembro de la campaña presidencial de Sebastián Piñera se cuadró con la demanda de los gremios en torno a que se debe discutir una reducción de los impuestos a las empresas.
"Todos los países están bajando sus impuestos corporativos y en Chile, durante los últimos 10 y 15 años, ha subido el impuesto corporativo. Hoy tenemos impuestos corporativos por arriba del promedio de la Ocde (...) tenemos que tener cuidado con esas cosas porque nos penan y nos dificultan este nuevo salto que queremos dar de llegar al desarrollo, que al final es un deseo de todos", sostuvo.
Al ser consultado sobre la agenda laboral, Vergara mostró su preocupación con los últimos proyecto en carpeta, como la reducción de la jornada en la que hay dos iniciativas: las 40 horas a la semana de las diputadas Vallejo-Cariola y las 41 horas con flexibilidad que empuja el gobierno a través del ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg.
"Es como si estuviéramos volviendo al siglo XX y si no al siglo XIX en algunos casos", sentenció.