Una contracción de 1,5% estima para Argentina Martín Redrado, expresidente del Banco Central transandino; 2,8% anticipa el FMI y sólo 0,5% la administración de Mauricio Macri. Si hay algo claro es que el gobierno no está dimensionando la fuerza de la contracción que se avecina en el país vecino, asegura Redrado en entrevista con PULSO.
En su visita a Chile, para participar del Seminario Anual de CFA Society Chile, el actual socio y fundador de Fundación Capital asegura que una de las grandes deficiencias del programa de Argentina con el Fondo es la falta de un plan que estimule la actividad. Por el contrario, considera que el camino tomado por el ente rector tras llegar al nuevo acuerdo más bien profundiza la recesión.
Los mercados se calmaron tras el nuevo acuerdo de Argentina y el FMI. ¿Se puede anunciar el fin de la corrida cambiaria?
-A mi juicio hay que esperar 30 días, porque el costo ha sido muy alto. Las Letras de Liquidez (Leliq) están teniendo una tasa de interés de 73% y esto está generando una deuda del Central muy importante, porque lo que se está pagando hoy por el stock de las Leliq ha superado ya el de las antiguas Letras del Banco Central (Lebac).
La ventaja que tienen es que este es un sistema que está cautivo en los bancos, es decir, no son instrumentos que estén en las manos de inversionistas, lo que los hace menos volátiles.
¿Cuál es la desventaja?
-Al haber constituido encajes con Leliq le está dando a los bancos una enorme rentabilidad, lo que está generando que los bancos le presten sólo al Central, desnaturalizando su rol de prestarle al sector privado.
Deberíamos tener niveles de encajes mucho más bajo, en términos de tasa de interés para no deteriorar la hoja de balances del Banco Central y evitar debilitarlo.
Hay que tener cuidado, porque este tipo de políticas pueden ser solamente transitorias, porque no sólo traen un gran deterioro al Central, sino que además generan una mayor recesión.
Si el BC está pagando un 73% de tasa anual, una pequeña y mediana empresa que tiene que obtener un adelanto en cuenta corriente o que tiene que descontar un cheque a 60% o 70% tiene que pagar una tasa de 100%. Con eso se está generando una profundización de la recesión.
¿Qué determinará finalmente el éxito o fracaso del acuerdo con el Fondo?
- El jurado todavía está deliberando. El gran test va a ser cuando bajen las tasas de interés. Si al llegar ese momento la gente no se vuelve a ir al dólar, eso va a marcar la entrada a un periodo de estabilidad cambiaria o de un tipo de cambio que vaya siguiendo a la inflación.
¿Pero es un mejor acuerdo que el anterior?
- Argentina no ha logrado reabrir los mercados de crédito internacional a tasas razonables. Ese era el punto principal que se necesitaba con el FMI. Sí está claro que la clase política argentina no quiere caer en default y lo que asegura este nuevo acuerdo con el Fondo, es que aún en el peor escenario, de no tener acceso a mercado voluntarios, el país con los US$13.000 millones que faltan por desembolsar este año y los US$22.000 millones del próximo año tiene su financiamiento asegurado.
En resumen, el nuevo acuerdo con el FMI trae certidumbre financiera, incertidumbre cambiaria y mayor recesión.
¿El gobierno de Mauricio Macri está dimensionando la recesión que se avecina?
- Si miras el presupuesto el ministerio de Economía tiene proyectado una caída del PIB de 0,4% para el año que viene, pero el World Economic Outlook del FMI que salió recién pronostica un retroceso de 2,8%, mientras que nosotros en Fundación Capital vemos una caída de 3% este año y 1,5% el próximo.
Está claro que el gobierno está subestimando la recesión.
Uno necesita un plan de estabilización, pero también un de crecimiento, el cual no tenemos. Está basándose en la reacción natural del campo, que es una fuerza motora en Argentina, pero nos hace falta un programa que ponga en marcha la inversión, que genere una Argentina más competitiva.
Espero que para las elecciones del próximo año este sobre la mesa el cómo el país va a volver a crecer.
¿Un posible cambio en la administración es una posibilidad y un riesgo para el programa con el FMI?
- Puede haber un cambio de administración, pero me parece que si está Cristina Kirchner en el escenario como potencial candidata, es favorable para el gobierno.
A pesar de que la mayoría de la gente está desencantada, la gente quiere que le solucionen sus problemas concretos. El electorado que sigue a Cristina es muy ideológico, un núcleo duro, con un piso alto pero un techo bajo.
La principal ventaja que tiene el oficialismo es que la oposición está dividida. El llamado peronismo racional o neo peronismo, enarbolado en figuras como Juan Manuel Urtubey o Sergio Massa, es encontrar una bandera que pueda pelearle a Cristina, pero esta tercera fuerza no tiene una visión anti mercado, sino de una social democracia europea.
¿Qué evaluación hace de la victoria de Jair Bolsonaro en Brasil, que lo deja ad portas de quedarse con la presidencia?
- Todavía es prematuro hacer evaluaciones. Lo primero es saber qué coalición política lo va a sostener en el congreso y quiénes van a ser sus principales ministros.
Pero sí es claro que el mandato de la ciudadanía es anti establishment, pro seguridad y anti corrupción, lo que me parece saludable para la región.
El mercado reaccionó muy positivamente a la ventaja de Bolsonaro. ¿Sobrerreacción o razonable optimismo?
- Brasil es un país con un enorme potencial, por lo que está claro que ha tenido un crecimiento insatisfactorio en los últimos años, primero con la caída por Lava Jato y ahora con una expansión raquítica, cuando debiera crecer 4% o 4,5%. Los activos brasileños también son valiosos y están subvaluados.
Los mercados están teniendo una expectativa positiva, que habrá que comprobar en la elección, pero está claro que Fernando Haddad es más un producto de Lula da Silva que es del pasado, por lo tanto lo que están celebrando los mercados es el cambio.
¿Qué tan crucial es lo que ocurra con Brasil para Argentina?
- Sin duda que le vaya bien a Brasil es una buena noticia para Argentina, de hecho la apreciación del real también trajo la apreciación del peso. Una estabilidad en
Brasil no va a solucionar los problemas argentino, porque son por errores de Argentina, pero sin duda va a ser un factor positivo.