Hace tres semanas se oficializó la salida de Juan Olguín de la presidencia de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), que agrupa a los funcionarios de planta de Codelco, gatillada por deponer el paro general durante la crisis social, como él mismo reconoce.
"No me arrepiento de lo que hice, creo que fue lo correcto. Me habré equivocado en la forma, pero no en el fondo", asegura. En entrevista con PULSO, Olguín hace un mea culpa y reconoce errores que se produjeron mientras lideraba la FTC, como así también dice estar tranquilo, pero no conforme con su labor realizada.
¿Cuál es su balance en los casi dos años que estuvo a cargo de la FTC?
-Logramos establecer una línea de funcionamiento dentro de la federación. También establecimos una apertura, porque la federación estaba muy enclaustrada. Si bien se había tenido interacción con el mundo social, nosotros pusimos esta mirada de cómo generar una transformación del país. Había que abrirse a los temas externos para poner una mirada más amplia y eso permitió ser actores e interactuar con organizaciones como Cesco o el Consejo Minero. También dimos una mirada más amplia respecto a la transformación tecnológica, respecto de cómo salen los trabajadores.
¿Quedó conforme con su labor realizada?
-Quedo tranquilo, pero no conforme. Cuando uno entra en la conformidad, es cuando se cumple gran parte del objetivo y no fue el caso.
¿Cuál era su principal objetivo?
-Avanzar en la transformación de la federación y de Codelco, haciendo un gran pacto. Esto quedó al debe. Otra cosa fue no haber generado a los trabajadores una cosa diferente a la que se estaba dando, es decir, tener un plan de reconversión. Pero eso no fue culpa nuestra, nosotros hicimos la propuesta y la administración se restó a discutirlo.
¿Cree que fue injusta su salida?
-El tiempo lo va a decir. Siempre supe, desde que tomé la presidencia, que nuestra mesa directiva podía ser un fusible. Veníamos de 20 años de un liderazgo tremendo de Raimundo Espinoza y pasamos a una mesa a lo mejor tenía que sufrir… quizás era parte de la transformación.
¿Se aceleró su salida por la crisis social?
-Sí. Pero lo que se hizo fue lo correcto. Hubo decisiones colectivas que se tomaron en ese momento que después me las endosaron como personal. De todas formas, esto ya se venía fraguando con anterioridad por grupos internos de la federación. A muchos les incomodaba lo que estábamos planteando. El tema de la demanda social lo aceleró, porque había que tomar decisiones y cuando uno toma decisiones tienen riesgos y hay que asumirlos como corresponde.
¿Era la forma que esperaba salir del cargo?
-Podría haber sido diferente, mejor. De todas formas sigo siendo dirigente sindical en Codelco Andina hasta abril. Llevo 25 años en Codelco, 13 años en el mundo sindical y ha sido una linda experiencia. Ahora estoy en análisis de salirme de la órbita del mundo sindical. Hemos aportado mucho y estoy muy agradecido de mucha gente… estoy en ese análisis de tomar decisiones que no son fáciles. Quizás a mis 46 años necesito hacer algo diferente y estoy en ese cuestionamiento.
¿Le hubiera gustado haber sido director de Codelco?
-En su momento me lo planteé. Creo que tenía mis capacidades y que podría haber sido parte del directorio. Nadie puede decir que no le hubiese gustado… el llegar a ese nivel representando a los trabajadores claro que es importante. Creo que hubiese sido un gran aporte para la empresa y, especialmente, en el tema de transparencia.
¿Qué le parece la nueva directiva de la FTC?
-Les deseo lo mejor. Espero que les vaya bien, es un desafío muy importante… yo sé cómo está la empresa y la federación. Ellos ahora tienen que armar equipo.
Una crítica que se hace a la FTC es que no ha apoyado el movimiento social en forma decidida. ¿Por qué?
-Cuando se hace una crítica respecto a la decisión de apoyar el paro en esa forma, nosotros dimos una señal política, pero tampoco se puede significar una autoeliminación. Hay algunos actores del mundo laboral que critican, pero que no pararon los trabajadores. Me tocó ver algunos comentarios de dirigentes sindicales que no pararon ni un día, nosotros sí. Por lo tanto, los que toman la acción, son los criticados. Las organizaciones que no se detuvieron son los que critican la acción y el costo que pagué por ese tema lo asumo, pero creemos que sí se apoyó. El tema era buscar soluciones al problema.
¿Por qué fue la forma la que no estuvo correcta?
-Porque quizás me aceleré mucho y pude haber hecho una consulta mayor, más amplia. Se hicieron las consultas, hubo apoyo, pero después ese apoyo fue relativo.