El dominio de Apple y Samsung en el área de los teléfonos inteligentes se ve desafiado como nunca antes, en tanto las compañías chinas avanzan con dispositivos más baratos e igualmente innovadores.

Como señal ominosa para los titanes de la tecnología -cuyos teléfonos iPhone y Galaxy han mantenido un dominio total durante años en este mercado de casi US$500.000 millones- Huawei Technologies Co. de China destronó a Apple convirtiéndose en el segundo fabricante de teléfonos inteligentes más grande del mundo. Ahora, ha puesto sus miras en el primero, Samsung, que tuvo ganancias decepcionantes en un momento en que los teléfonos chinos ganan cuota en un mercado que da cada vez más la sensación de haber alcanzado su pico.

Huawei se perfila como la gran amenaza. Con sede en el polo tecnológico de Shenzhen, en el sur de China, la compañía invierte dinero para aumentar las funciones de la cámara de sus teléfonos con vistas a dominar. En segundo lugar destaca Xiaomi. La empresa con sede en Beijing, no se ha privado de imitar a Apple en todo, desde la apariencia de sus teléfonos hasta el diseño de sus principales tiendas. Al igual que Apple, Xiaomi ha tratado de crear su propio ecosistema, operando sus propias tiendas de aplicaciones y de descarga de música.