El gerente general de Enel Chile, Fabrizio Barderi, está en el grupo italiano desde 2001, pero dirige la operación en el país desde marzo de 2022. Ingeniero eléctrico de la Universidad de Pisa, Barderi se mantuvo en el cargo tras la designación, este año, de Flavio Cattaneo como CEO del grupo estatal italiano, en reemplazo de Francesco Starace. Barderi aterriza aquí el plan de negocios del grupo en Chile, presentado hace dos semanas, y cuenta cómo preparan un plan de búsqueda de un partnership para proyectos de energía renovable que les permita liberar entre US$500 millones y US$900 millones para expandir su inversión en estos tres años. El ejecutivo también declara su abierta preocupación por la escasa modernización del marco regulatorio en el negocio de la distribución.
¿Se nota la mano de Cattaneo?
-Claramente. Como siempre, cuando se instala una nueva administración, tiene una idea clara. La idea clara con la que vino Cattaneo era tener mucho más enfoque en la sostenibilidad financiera, que significaba bajar deuda, estar muy atento a los costos y tener todo en orden desde un punto de vista de la caja también. La caja siempre ha sido importante, pero como management se nota que ha tomado un rol muy relevante para la gestión de la empresa.
Por otro lado, yo creo que ha venido conociendo más el grupo y ha tomado algunas decisiones consecuentes. Algunas ya se estaban dando, como la organización de la compañía desde un punto de vista geográfico, ahora solo tenemos tres áreas: Italia, Iberia -España- y el resto del mundo, que son pocos países, y estamos felices que Chile está en esos pocos países que van a seguir siendo relevantes para el grupo.
No se han visto en la región cambios de cargos ejecutivos, ¿se mantendrá así?
-Cattaneo ha dicho públicamente y en sesiones con inversionistas que ya él se sentía cómodo con el cambio que había hecho, no sé si acá en Chile podrá producirse algún cambio, pero honestamente no parece una prioridad, ya se pasaron varios meses.
¿Qué es lo más relevante del plan de negocios, con inversiones de US$ 2.300 millones entre 2024 y 2026?
-Del business plan que se anunció lo más relevante es que hay inversión, un poco menos que el plan anterior a nivel de grupo. La consecuencia para Chile es que, en un marco de contexto global donde el grupo movió inversiones desde la generación a distribución y desde el resto del mundo a Italia e Iberia, Chile “afortunadamente” es una realidad distinta, porque al revés, en un contexto de grupo donde se bajaron un 15% las inversiones, nosotros las estamos subiendo en 35% y las estamos aumentando casi toda en generación.
¿Por qué es distinto en Chile?
-Se dan una serie de consideraciones, hay varios factores. Uno es un factor país: Chile está demostrando que, pase lo que pase, mantiene una institucionalidad y una certidumbre regulatoria, que es lo más relevante para los inversionistas al momento de decidir dónde ir invirtiendo.
El segundo punto es que Chile tiene un mercado que se caracteriza por contratos de largo plazo y eso también ayuda a tener certidumbre en proyectar ingresos a largo plazo. Y el tercer factor, quizá más de ahora, son las condiciones del mercado que se están dando, que son condiciones buenas para habilitar inversiones en baterías, que es donde nosotros estamos subiendo mucho la inversión.
Hay muchos anuncios -de Enel y otras empresas- de proyectos de baterías, ¿hay un boom?
-Efectivamente, durante el último tiempo hemos conocido distintas presentaciones a los sistemas de evaluación relacionadas con el desarrollo de proyectos de almacenamiento. Hay un alto interés en el desarrollo de una tecnología que es complementaria a las energías variables, como eólica o solar, aportando flexibilidad en la operación de ese tipo de centrales permitiendo mitigar los efectos de la estrechez de transmisión. Dado este impulso natural pareciera ser que no es necesaria una licitación específica para almacenamiento (...) No parece ser tan necesaria, viendo que operadores ya están promoviendo inversiones en batería.
También hay un boom en renovables...
-Claramente, Chile cuenta con condiciones geográficas favorables para el desarrollo de proyectos renovables gracias a su radiación solar, y a los fuertes vientos en ciertas regiones, que favorecen el desarrollo de proyectos eólicos. Entre ambas tecnologías ya hay casi 15 GW de capacidad instalada. Este boom de desarrollo de proyectos eólicos y solares se ha visto afectado principalmente por las restricciones de transmisión (curtailment), inclinando ahora la inversión del segmento hacia la hibridación con sistemas de almacenamiento, lo que de todas formas es un complemento natural para una transición energética eficiente.
La búsqueda de un partnership
Han dicho que quieren reequilibrar su cartera para diversificar y tener un mejor perfil riesgo-retorno. Y hablan de aprovechar las asociaciones, manteniendo el control. Esto ya lo están haciendo en España con el proyecto Ra1 y Ra2. ¿Se hará lo mismo en Chile?
-El nombre todavía no lo tenemos. Generalmente se decide cuando se gatilla el proceso formal, con la contratación de un banco de inversión que asesora y se va enviando toda la documentación a los potenciales interesados e inversionistas. No es necesariamente lo mismo que España, en el sentido que allí se generó sobre plantas solares ya existente, no se hablaba necesariamente de desarrollos. Nosotros estamos todavía evaluando cómo hacerlo y seguramente vamos a gatillar un solo proceso el próximo año que va a involucrar algo del desarrollo que queremos hacer.
Ahora, es natural que si voy a poner una batería en una planta que ya existe, la operación también va a incluir la planta existente. Seguramente vamos a definir un paquete donde van a estar algunas plantas ya en operación y algún desarrollo en batería.
También tenemos que definir el tipo de socios que estamos buscando porque dependiendo de eso claramente se pueden armar algunas cosas distintas sobre quién hace la operación, quien hace la inversión. Queremos estar abiertos a los distintos perfiles que se puedan encontrar en el mercado.
¿El equipo financiero ya está trabajando en cómo se hará la operación?
-Sí. Yo personalmente estoy muy involucrado en eso y hay un team de Roma que nos está apoyando, compartiendo también la experiencia de los demás países, pero acá hay un team multidisciplinario.
Creo que en unas semanas más vamos a ir gatillando el proceso de búsqueda de un partnership, no lo vamos a hacer al final del próximo año, queremos que empiece pronto. El directorio ya aprobó el business plan donde esto estaba: ahora, el deal específico también pasará por el directorio de Enel Chile, pero no le veo gran dificultad porque seguiremos siendo los controladores. Ya hemos hecho operaciones de gran envergadura, que impactaban más el perfil de la empresa porque eran cesiones de activos, aquí vamos a mantener el control.
¿Este plan apunta a la reducción del riesgo y la volatilidad, uno de los pilares del nuevo plan estratégico?
-Permite también agilizar y dinamizar un mayor nivel de inversión en un contexto de gran enfoque sobre la sostenibilidad financiera. Sin un partner habría sido difícil, con este enfoque que tenemos de ser muy cuidadosos en nuestra sostenibilidad financiera, gatillar mayor inversión.
¿Los recursos que se liberen van a ir a inversión y no al pago de deuda?
-Sí, claro, incluso el socio podría aportar con su parte a esas inversiones directamente, eso va a depender de cómo eso se vaya a definir en la operación.
Cuando hablan de un sistema selectivo y flexible, ¿a qué se refieren, implica también salirse de algunos proyectos?
-La flexibilidad implica que vamos a incorporar compras de largo plazo directamente de energía. Eso es algo que estamos haciendo, desde más de un año: estamos comprando a proyectos renovables que están siendo desarrollados por tercero, no directamente por nosotros.
La flexibilidad también implica dar mayor relevancia a las baterías en nuestro portfolio. El desarrollo de energía eólica es parte de nuestro ADN, no es algo que esté cambiando, el desarrollo de nuestra propia generación siempre ha sido el mayor enfoque de la empresa, a eso le estamos agregando compras de energía a terceros y las baterías.
Hay muchos desarrolladores que no están interesados de establecer una presencia comercial directa, algunos han tenido problemas en los últimos 18 meses, al haber construido una posición comercial no tan diversificada, hay operadores en cuyo ADN no está la parte comercial, que quieren enfocarse en desarrollar el proyecto, construir el proyecto, operar el proyecto y nosotros somos un complemento natural para comprar energía en condición de largo plazo, lo que le habilita a encontrar más fácilmente financiación para su proyecto. No es una especulación de corto plazo.
Han señalado como pilar ver nuevas oportunidades en la electrificación. ¿Cuáles están detectando?
-Los temas relacionados a electromovilidad tienen un potencial gigante. Hay temas de electrificación distribuida, se empiezan a ver finalmente hogares 100% eléctricos, y esa es una gran oportunidad para el futuro. Hay procesos industriales que se está viendo cómo se pueden cambiar, para hacer que la matriz sea eléctrica y no térmica, está la gran minería, donde se puede desarrollar maquinaria pesada. Hay muchas cosas que se vienen ahora.
Otro tema, que es una electrificación indirecta, es todo el desarrollo que se dará con el hidrógeno verde.
Pero en hidrógeno verde no han anunciado ninguna estrategia, ¿por qué?
-Hemos anunciado que tenemos varias iniciativas, entre las cuales se destaca la iniciativa piloto más grande, que es el proyecto con HIF en Magallanes. Simplemente no lo hemos puesto en el plan porque todavía no se cierra todo el business plan para que sea un negocio que se pueda incorporar. Pero estamos invirtiendo bastante: en el sur con HIF, de hecho, tenemos una opción para entrar en el desarrollo futuro de ese negocio. En el norte también estamos haciendo otra cosa con otros socios. Es decir, estamos apostando a que el hidrógeno verde sea una industria que pueda gatillarse de una forma más estructural, pero todavía no está madura.
¿Pero el modelo de negocio todavía no está diseñado?
-Con los números que se están dando ahora, todavía no cierra económicamente el proyecto, pero no estamos tan lejos.
“La regulación que se está ocupando en Chile en distribución no la ocupa ningún otro país del mundo”
¿Cuál es su apreciación sobre el marco regulatorio del sector?
-En el último año y medio la regulación no ha ido cambiando estructuralmente ninguna regla del juego. Lo único que destaco como excepcional es la intervención de los contratos existentes, que se produjo con el PEC 1 (Precio Estabilizado a Cliente Regulado). A nuestra empresa la afectó en los contratos regulados, pero nuestra apuesta es que no se va a repetir, porque, si no, no estaríamos presentando un plan de inversiones al alza en Chile.
¿Y en el tema de la transmisión?
-En la parte de transmisión hay dos cosas, una de más a largo plazo en cuanto a cómo se planifica el sistema, y una parte de más corto plazo, que iba a mejorar la operación de los activos ya existentes. La devolución de los ingresos tarifarios también tenía su efecto en el corto plazo. Hay cosas en el proyecto de ley que todavía son importantes o relevantes para el sector, algunas son incluso más urgentes, pero no sé si a esta altura ya no es más fácil tramitar los proyectos por separado.
Probablemente era una manera más estructural para ir abordando varios temas y si eso hubiese avanzado, feliz, pero el tema es que si ya después de siete meses siempre estamos hablando de lo mismo, quizás sea más fácil abordarlo con proyectos menos ambiciosos.
¿El avance que tuvo esta semana en el Congreso no le da más fuerza al proyecto?
-Entendemos que se aprobó en general. Viene ahora la discusión particular donde se discutirán indicaciones y seguramente el alcance del proyecto. Lo importante es que por lo menos algo se pueda sacar adelante rápidamente.
Ustedes han planteado que es necesaria una reforma regulatoria estructural en distribución. ¿Cómo ve el panorama?
-Muy mal, porque eso como Enel lo hemos venido comentando y empujando desde cuando yo me sumé en este rol, a pesar de que para Enel la distribución no es el trozo más grande de nuestro negocio, es un 10%.
¿Por qué le pongo tanto énfasis? Porque estoy preocupado que eso pueda generar una crisis estructural más adelante y como somos un operador integrado y el más grande, no queremos ser parte de un gran problema, queremos facilitar la solución, pero la solución pasa necesariamente a través de una reforma estructural de la forma en que la distribución está regulada. La regulación que se está ocupando en Chile no solo viene de hace 40 años, sino que no la ocupa nadie, ningún otro país del mundo. Esta es una regulación que está basada sobre el concepto de empresa modelo que cada cuatro años se parte desde cero, no habilita certidumbre para las inversiones que tanto se necesitan ante el desafío grande que se vienen de electrificación.
¿Están en riesgo nuevas inversiones?
-Las inversiones necesarias para tener un desarrollo compatible con los desafíos de la electrificación. Siempre vamos atrasados, vamos invirtiendo lo mínimo suficiente para que el sistema opere bajo un estándar de calidad que está definido, pero sólo eso. ¿Pero qué pasa si en algún momento por exigencia de electrificación la situación se complica?
Al final, ¿Chile cree efectivamente en la transición energética, entiende que la transición energética para ser efectiva pasa también por la electrificación de los consumos y estos consumos dónde van a pasar? No lo harán sólo por las redes de transmisión, sino de distribución, para llegar a todos los clientes y agilizar la generación distribuida.
Hay que ver lo que pasó con la transmisión, hubo una planificación justa que parecía razonable, pero cuando hubo una explosión de energía renovable pasó lo que pasó, que esa energía no se está ocupando, se bota, por no haber tenido una holgura en el sistema de transmisión.
Por eso hay que tener un sistema que habilite de una forma más clara las inversiones que se necesitan.