Pesar en el mundo empresarial por el fallecimiento de Alberto Calderón, uno de los socios fundadores de la cadena de multitiendas Ripley

Este jueves a los 82 años falleció Alberto Calderón Crispín, quien, junto con su hermano Marcelo -fallecido en 2015-, dieron vida al negocio que en la actualidad es la cadena de multitiendas Ripley Corp., con presencia en Chile y Perú e intereses en negocios como el bancario y los centros comerciales.

“Con profundo pesar, Ripley comunica el sensible fallecimiento de Alberto Calderón Crispín, quien fundó la compañía en 1956 junto a su hermano Marcelo. Durante 64 años, trabajó por hacer crecer su empresa y con ella a sus colaboradores, clientes y comunidades. Hoy todos como compañía lamentamos su partida”, señaló la empresa a través de un comunicado público en el que dio a conocer la información.

Si bien los motivos de su fallecimiento no fueron oficializados, trascendió que Calderón Crispín permanecía enfermo desde hace algún tiempo.

Su trabajo en el negocio que posteriormente sería Ripley se remonta a 1956, cuando Alberto y Marcelo Calderón crearon un negocio llamado Calderón Confecciones. La primera tienda del negocio abrió ese mismo año, con el nombre de Royal, en la calle San Diego en Santiago Centro.

En mayo de 1964, el negocio pasó a denominarse Ripley y se inauguró la primera tienda con ese nombre en la calle Huérfanos, en el centro de Santiago, siempre dedicada al rubro textil. Casi 20 años después, en 1985, el negocio adquirió el formato actual de multitienda, añadiendo otros rubros a su oferta de productos como electrónica y artículos para el hogar, entre otros. Esto, con la apertura de Centro Hogar Ripley, en calle Agustinas.

En 1986 la cadena comenzaría su expansión a regiones, aterrizando ese año en Concepción y tres años después en Viña del Mar, en un edificio de cinco pisos. Luego se expandió a Temuco. En 1993, Ripley abriría la que entonces sería la tienda más grande de Sudamérica, en Parque Arauco.

“Como compañía, sentimos profundamente la partida de Don Alberto y, al mismo tiempo, nos comprometemos con más fuerza a seguir su legado, inspirándonos siempre en su visión de negocio, donde la satisfacción de nuestros clientes siempre es la prioridad”, complementó Ripley Corp.

Los últimos años estuvieron marcados por disputas entre los hijos de Alberto Calderón y Patricia Volochinsky, los actuales controladores de Ripley.

Todo comenzó en 2018, cuando Verónica Calderón Volochinsky se percató de que su participación en Ripley Corp. era la mitad que la de sus hermanos, Andrés, Lázaro y Michel Calderón.

Esto se produjo tras el aumento de capital realizado en 2011, impulsado por su padre, Alberto, y en el que Verónica no participó. Ella acusó haber sido excluida sin su consentimiento, lo que la llevó a presentar en mayo de 2018 un escrito prejudicial en contra de sus hermanos.

En medio de la polémica, la respuesta de Alberto Calderón y Patricia Volochinsky, no se hizo esperar, y mediante una declaración enviada en ese momento a PULSO señalaron que “Nuestra hija Verónica está equivocada. Esperamos de corazón que recapacite. Lo que reclama fue impulsado por su padre y firmado por todos”.

El conflicto se resolvería en junio de 2018, cuando Verónica y sus hermanos anunciaron el fin de la disputa en buenos términos.

“En base al respeto y cariño mutuo que siempre han prevalecido, los hermanos Calderón Volochinsky han resuelto sus diferencias en el seno familiar, recomponiéndose las confianzas mutuas”, señaló la familia en ese momento mediante un escueto comunicado.