El legado de Sergio de Castro, el padre de la apertura económica

Fallece Sergio de Castro: arquitecto del modelo de libre mercado chileno

El considerado líder de los Chicago Boys y arquitecto del modelo económico chileno, falleció este viernes a los 94 años. Exministro de Economía y de Hacienda, defendió siempre el proceso liberalizador de la economía y forjó generaciones de profesionales en esa área.


“El 27 de junio de 1955, Theodore Schultz, presidente del Departamento de Economía de la Universidad de Chicago y futuro Premio Nobel, aterrizó en el antiguo aeropuerto Los Cerrillos de Santiago. Le acompañaban tres colegas suyos que dominaban el español: Earl Hamilton, Arnold Harberger y Simon Rottenberg. El propósito del viaje era negociar un acuerdo entre la Universidad de Chicago y la Pontificia Universidad Católica, destinado a modernizar la enseñanza de la economía en Chile y América Latina. En el aeropuerto, los estudiantes de quinto año (de la UC) Sergio de Castro y Ernesto Fontaine, que les acompañarían durante las dos semanas que duraría la visita, les dieron la bienvenida”.

Lo anterior, es parte del libro de Sebastián Edwards sobre los “Chicago Boys”, que da cuenta que Sergio de Castro Spikula fue, desde el primer minuto, parte de ese proyecto que terminaría cambiando la historia de Chile desde mediados de los años 70.

De Castro, considerado el líder de los “Chicago Boys” locales y el arquitecto del modelo de libre mercado chileno, falleció este viernes a los 94 años.

Exministro de Economía entre 1974 y 1976, y exministro de Hacienda entre 1976 y 1982. De Castro nació el 25 de enero de 1930 en Santiago. Realizó sus estudios en el Colegio San Calixto de los Padres Jesuitas de La Paz (Bolivia) y en el Grange School de Santiago, ingresando luego a la UC, donde estudió Ingeniería Comercial. Además, fue decano de esa facultad entre 1965 y 1968.

Fue uno de los primeros tres chilenos que estudió su postítulo de economista en la Universidad de Chicago, obteniendo un doctorado, con lo cual es el iniciador de los Chicago Boys, y luego, junto a otros integrantes de ese grupo, en 1972-1973 sentaron las bases del nuevo sistema económico chileno que se plasmó en el documento conocido como “El Ladrillo”, el que fue adoptado posteriormente por el régimen militar.

De Castro recordó en diciembre de 2019, en su última entrevista para un medio escrito en La Tercera, el trabajo de los denominados Chicago Boys. “El grupo fue inmenso, la gente cree que fueron pocos, pero fue una cosa monumental. Odeplan quedó a cargo de Roberto Kelly y él era un maestro de la administración, donde llegaba altiro ordenaba, sabía dónde tenía que ir cada cual, un tipo realmente fantástico. Y él le encargó a Miguel Kast, que era otro formidable, que hiciera un estudio sobre la pobreza en Chile y ahí nació el Mapa de la Extrema Pobreza, que fue casi como la base de la cual nosotros empezamos a desarrollar el modelo”, rememoró.

Ahí contó que fue Emilio Sanfuentes el que le planteó por primera vez trabajar en un plan económico. “Fue a hablar conmigo y me dijo ‘mira, el país se está yendo a la cresta, no crees que sería bueno comenzar a pensar, hacer alguna cosa, porque esto no puede durar para siempre’. Y yo le dije, me parece, lo voy a proponer. Entonces hablé con Pablo Baraona, con Álvaro Bardón y con un montón de gente. Entonces nos empezamos a juntar; primero una vez a la semana, pero después vimos que podíamos hacerlo más rápido, así que subimos a dos o tres por semana, y ahí salió El Ladrillo”.

De Castro fue un economista relevante desde su regreso desde Chicago. Edwards cuenta en otro pasaje de su libro que “en agosto de 1962 estalló una gran polémica entre Sergio de Castro, que se había erigido en líder de los Chicago Boys, y la administración del presidente conservador Jorge Alessandri. En un trabajo de investigación, De Castro sostenía que el intento del gobierno de controlar la inflación fijando el tipo de cambio estaba condenado al fracaso. Sus cálculos, basados en la metodología de la paridad del poder adquisitivo que compara la inflación acumulada en el país de origen y en sus socios comerciales, indicaban que la moneda -el escudo, en aquel momento- debía devaluarse al menos un 50% para restablecer el equilibrio exterior. De Castro señaló que un tipo de cambio sobrevalorado alimentaba la especulación, provocaba enormes aumentos de la deuda externa, desalentaba las exportaciones y amplificaba otras distorsiones”. Desde el gobierno lo calificaron de “fuego amigo”, mientras desde la izquierda decían que los Chicago Boys no entendían a Chile ni a América Latina, y que liberar el comercio impediría la industrialización y la sustitución de importaciones.

Durante el régimen militar, De Castro estuvo primero en el Ministerio de Economía, para luego pasar a Hacienda, tras la renuncia de Jorge Cauas.

El libro sobre la historia del Ministerio de Hacienda -editado por Teatinos 120- recuerda que “los primeros signos de recuperación económica comenzaron a evidenciarse hacia 1977, y para 1978 la mayoría de los índices estaban normalizados, tal como lo estableció el ministro De Castro en la Exposición de la Hacienda Pública de enero de 1978: “El gobierno estuvo siempre consciente de que el ajuste financiero significaría un costo en lo productivo en el corto plazo, pero estuvo dispuesto a asumirlo en el convencimiento de que la estabilidad era condición necesaria para un crecimiento rápido y sostenido de la producción. El objetivo del Programa fue siempre el logro del mejoramiento en el nivel de vida de los chilenos que viene dado por mayores disponibilidades de bienes, producto del mayor crecimiento”.

Luego de su renuncia al Ministerio de Hacienda comenzó una carrera profesional en el sector privado, siendo presidente de diversas empresas como AFP Provida y el Banco Edwards. Además, fue uno de los fundadores del Centro de Estudios Públicos (CEP). Actualmente era miembro del Consejo Honorario de la entidad. También fue presidente de Copesa -empresa que edita La Tercera- entre 1995 y 2000.

Legado

“Era un profesor brillante, que con lenguaje sencillo, buenos ejemplos y notable claridad mental nos enseñaba el ABC del funcionamiento de los mercados. Eran los tiempos de la UP, hablar entonces de precios libres era un poco surrealista. Pero sus advertencias sobre el desastre que ocasionarían las fijaciones de precios y otras intervenciones estatales las vimos materializarse a corto andar. Formó legiones de economistas que colaboraron luego en la reconstrucción y modernización de Chile”, recuerda el exministro de Economía y uno de sus alumnos, Juan Andrés Fontaine.

Juan Andrés Fontaine, exministro de Economía.

“Lideró el diseño del plan económico que adoptó el gobierno militar y luego, como ministro de Hacienda, dirigió su aplicación. Su estilo sobrio y franco se avino bien con la mentalidad militar, pese a lo ajenos a ella que eran sus planteamientos. Manejó las finanzas públicas, la privación de empresas estatizadas, la apertura de la economía, la liberación de precios y la desregulación de mercados con visión, coraje y determinación”, añade el también exalumno de Chicago.

Sebastián Edwards, ecadémico UCLA.

Edwards agrega que De Castro “fue un gran economista y un visionario. Nuestros ‘treinta años’ de luminosidad y progreso le deben mucho a él. Un hombre valiente y generoso, dos atributos escasos en el Chile de hoy. No siempre estuvimos de acuerdo en política, pero le tuve gran admiración y respeto”.

“Aunque escribía y enseñaba, Sergio era un académico de acción. El Chicago Boy por excelencia, dejó una huella tenaz y profunda como ministro de Economía y de Hacienda. Su figura y su legado fueron fundamentales para el desarrollo económico de Chile y para nuestra historia económica”, resume Leonidas Montes, director del CEP.

Leonidas Montes, director del Centro de Estudios Publicos (CEP).

El exministro y también exalumno de la UC y Chicago, Cristián Larroulet, destaca la “enorme obra de Sergio de Castro en favor de modernizar a la economía chilena. Sin duda fue el líder de ese proceso. Era una persona valiente, sencillo, pero con gran carácter y capacidad de convencimiento. Esos atributos le permitieron enseñar y convencer al mundo militar sobre las bondades de una economía libre con un Estado limitado. No solo impulsó las reformas, sino que dejó instituciones que hasta el día de hoy han permitido a Chile liderar esas transformaciones y mantenerlas en gobiernos de diferente mirada política”.

Cristián Larroulet, exministro de la Segpres y académico de la UDD.

En la entrevista de 2019 con La Tercera se le preguntó a De Castro con qué apellido se debe mencionar el modelo chileno, ¿de libre mercado, neoliberal?: “Economía lógica. Lo que se aplica en los países desarrollados y que no se aplica en los países estancados. A mí me preguntaban mucho y yo les decía esta es Economía 101, el curso introductorio al estudio de la economía científica. Lo elemental. No miramos a ninguna parte del mundo en específico para tratar de incorporar algo, sino que dijimos: que funcionen los mercados con libertad y eso va a arreglar la economía”.

¿Y cuáles son los pilares de ese modelo?

-”Libertad. Ese es el pilar. De emprendimiento, eficiencia en la administración del país. Libertad de precios. Mucha gente no entiende que la libertad de precios es el indicador de lo que uno debe hacer para que el país prospere. En las economías de precio fijo la gente produce aquello que tiene un mayor valor, desde el punto de vista del planificador. Pero eso a lo mejor es lo último que se podría producir en ese país. Entonces, si uno abre las fronteras y deja que lleguen los precios externos, sabe inmediatamente qué es lo que le conviene producir, y eso es lo que hicimos nosotros”.

Se realizará una misa fúnebre en memoria de Sergio de Castro este sábado, a las 13 horas, en la Parroquia Santa Rosa de Lo Barnechea.

Rolf Lüders,exministrp de Hacienda y Economía.

“Su deceso es también una importante pérdida para el país. Se nos fue la cabeza indiscutible de los Chicago Boys, que transformaron radicalmente las instituciones económicas de Chile, dejando como legado una economía relativamente próspera”.

Rolf Lüders, exministro de Economía y Hacienda.

César Barros, economista.

“Probablemente después de Portales, el ministro más importante de Chile. Con gran coraje puso los cimientos de los 30 años tan recordados: libertad de comercio, cielos abiertos, tarifas bajas, BC independiente, mercados financieros... no todo fue perfecto (el US$ a 39), pero sin él, Chile sería hoy como todo el vecindario...”.

César Barros, economista.

José Miguel Sánchez, decano Facultad de Economía UC.

“Fue un muy destacado alumno, profesor, decano y también un gran economista, siempre preocupado de que la economía fuera una ciencia económica basada en datos, en evidencia. Eso fue algo que él aprendió en la Universidad de Chicago y que después trajo a nuestra universidad y que después permeó al resto de las universidades”.

José Miguel Sánchez, Decano Facultad de Economía UC.

Martín Costabal, exministro de Hacienda.

“Fue un gestor fundamental en el progreso del país. Primero como profesor y decano para el avance en la educación e investigación en ciencias económicas y administrativas. Después en la normalización tras la crisis económica que existía al caer el gobierno de la Unidad Popular y transformar la política económica con nuevas instituciones”.

Martín Costabal, exministro de Hacienda.

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