Se deja una meta de precios para perseguir un promedio de 2%

Fue a través de la “Declaración sobre objetivos a largo plazo y estrategia de política monetaria”, que la Fed detalló su nuevo enfoque sobre la inflación. Se trata de un documento que se presentó por primera vez en 2012, cuando Ben Bernanke intentaba dar señales de la ruta que se seguiría tras la crisis financiera.

Pero el mensaje que más caló este jueves fue el del presidente de la Reserva Federal, que eligió el escenario global de la reunión de banqueros centrales de Jackson Hole para explicar el asunto. Jerome Powell, señaló que la nueva política “busca lograr una inflación promedio del 2% a lo largo del tiempo”.

De esta manera, detalló que “después de períodos en los que la inflación ha estado persistentemente por debajo del 2%, en una política monetaria adecuada probablemente se apuntará a lograr una inflación moderadamente superior al 2% durante algún tiempo”.

Se trata de un vuelco en relación a la visión que predominaba hasta hace poco en la Reserva Federal, según la cual una caída en el desempleo podía impulsar niveles peligrosos en los precios. Pero, previo a la emergencia sanitaria, Estados Unidos gozaba de un pleno empleo, sin que eso desatará un alza significativa en el IPC, marco en el que se comenzaron a considerar los cambios que ayer se presentaron.

“A muchos les resulta contradictorio que la Fed quiera impulsar la inflación, pero la inflación que es persistentemente demasiado baja puede plantear graves riesgos para la economía”, explicó Powell.

Sin embargo, hay quienes dudan que esta política realmente sea exitosa en materia de precios. “No esperamos que ese estímulo adicional proporcione un impulso significativo a la economía real. Eso significa que la Fed podría tener dificultades para alcanzar su tasa de inflación del 2%, y mucho menos lograr una inflación por encima del objetivo”, señala Paul Ashworth, economista jefe para Estados Unidos en Capital Economics.

Más certeza sobre tasas de interés cerca de cero

Dovish (paloma en español) fue el concepto que se instaló en los análisis sobre política monetaria tras el pronunciamiento de Powell. Se trata de una actitud poco agresiva respecto a las posibilidades de alzas de la tasa de interés, exactamente lo que genera una postura más tolerante respecto a la inflación.

“Este es un cambio dovish para la Reserva Federal y da más espacio para mantener las tasas de interés cerca del límite inferior de cero y un balance general amplio en el futuro previsible”, explica Sam Bullard, economista senior de Wells Fargo.

De hecho, hay algunos analistas que se han aventurado a señalar que con este cambio el central estadounidense podría dejar las tasas en su nivel actual, cerca de cero, hasta al menos 2025.

“No habrá subidas de tipos de interés durante los próximos años, se puede contar con ello”, asegura Chris Rumpkey, jefe de economía financiera de MUFG.

En una línea similar Greg Daco, economista jefe de Estados Unidos en Oxford Economics, sostiene en un informe que “la Fed no tendrá prisa por subir las tasas. Si la tasa de desempleo cae, la Fed se esforzará por garantizar que los beneficios de una política más flexible sean lo más inclusivos posible”.

Pero frente a cambios relevantes, no tardan en surgir voces que llaman a la cautela y la de Ashworth es una de ellos. “La conclusión es que la política monetaria se está acercando a sus límites y, si bien los funcionarios de la Fed nunca lo admitirían públicamente, eso explica por qué se han vuelto tan francos al alentar al Congreso a implementar más estímulos fiscales”, sostiene.

Con más liquidez quedan respaldadas las apuestas por los activos de riesgo

La posibilidad de contar con liquidez desde el banco central más importante a nivel plantario respalda el buen momento de los mercados. El MSCI World y el MSCI de los mercados emergentes ya lograron borrar todas las pérdidas que anotaron durante la etapa económica más dura de la pandemia.

En tanto, aunque este jueves no hubo saltos importantes en Wall Street, el alza de 0,57% dejó al Dow Jones cerca de borrar todas las pérdidas sufridas durante la pandemia, mientras que con un aumento de 0,17% el S&P 500 cerró con un nuevo máximo y a muy poco de cruzar los 3.500 puntos.

“Si la Reserva Federal va a mantener esta política tan suave, desde el punto de vista de la inflación, entonces tenemos tranquilidad para argumentar que los niveles de liquidez en exceso se van a mantener por mucho tiempo y, por lo tanto, es muy sencillo defender posiciones en activos de riesgo con mayor ponderación en los portafolios de los accionistas”, Alberto Bernal, jefe de estrategia de inversiones en XP Securities.

A nivel de mercados de renta fija, este jueves el rendimiento del bono del tesoro fluctuó entre alzas y bajas para cerrar plano a dos y cinco años. Sin embargo, que se mantengan las tasas de interés cerca de cero por un tiempo prolongado por sí solo respalda su demanda, mientras que las expectativas de mayor inflación “erosionan el poder adquisitivo de los pagos fijos de los bonos, lo que puede hacer que los bonos a más largo plazo sean menos atractivos”, detallan en The Wall Street Journal.

En el área de las divisas, este jueves el Dollar Index experimentó un descenso de 0,37% en una jornada que también careció de una trayectoria clara. “El dólar ha tenido una reacción algo volátil al nuevo marco de política de la Fed anunciado por el presidente Powell. Cayó inicialmente ya que los mercados interpretaron el cambio como una señal de la probabilidad de que las tasas de interés se mantengan bajas por más tiempo. Sin embargo, subió rápidamente poco después, en un movimiento que probablemente refleja el posicionamiento; los inversionistas estuvieron cortos en dólares antes de los comentarios”, detalla Shaun Osborne, analista de divisas de Scotiabank.

El experto indicó que “a más largo plazo, la percepción de que es probable que la política de tipos de interés siga siendo acomodaticia durante más tiempo probablemente sea la correcta. Esto debería ser algo negativo para el dólar, mientras que respalda las acciones, las materias primas, las divisas relacionadas con las materias primas y el mercado de divisas en desarrollo”.

Se aborda de manera más amplia el desafío del mercado laboral

Más allá de que se trate de una noticia positiva para los inversionistas, la prioridad del plan de la Reserva Federal es el impulso al mercado laboral. “Este cambio refleja nuestro aprecio por los beneficios de un mercado laboral fuerte, particularmente para muchos en comunidades de ingresos bajos y moderados”, señaló Powell.

La “actualización sólida” de la política del principal ente emisor del globo quedó plasmada en un plan llamado “Declaración sobre objetivos a largo plazo y estrategia de política monetaria”, donde se precisa que las decisiones se basarán en la evaluación que se haga del “déficit de empleo desde su nivel máximo”. La versión anterior, publicada en el primer semestre de 2012, se refería a “desviaciones de su nivel máximo”, de acuerdo a lo consignado por Bloomberg.

En otro cambio en la materia, la Fed ahora interpretará su objetivo máximo de empleo como un “objetivo amplio e inclusivo”. De acuerdo a Ashworth, eso “significa que, en lugar de centrarse únicamente en los resultados agregados del mercado laboral, los funcionarios también tendrán en cuenta cómo les está yendo a los grupos de bajos ingresos y las minorías”.

Por otra parte, la Fed se centrará en los “déficits” en lugar de las “desviaciones” en el empleo, desde su nivel máximo. El resultado es que “no se elevarán preventivamente las tasas de interés si la tasa de desempleo cae por debajo de las estimaciones de la tasa de equilibrio a largo plazo, a menos que esa disminución vaya acompañada de signos reales de inflación”, explica Aschworth.

Esa modificación “refleja nuestra opinión de que se puede sostener un mercado laboral robusto sin provocar un brote de inflación”, indicó Powell.