Algo de calma, aunque temporal, generó este jueves en los mercados la Reserva Federal, al anunciar una inyección de U$$1,5 billones (millón de millones) al sistema financiero. Se trata del segundo día consecutivo y la tercera vez en la semana que el banco central estadounidense se decide a intervenir.
El monto en cuestión lo inyectará a través de acuerdos de recompra, también llamados repo, “que es un crédito de corto plazo colateralizado con garantías”, explica Felipe Alarcón, economista de EuroAmerica. “Es una compra de activos, generalmente bonos, que quedan en su balance inyectando dólares a la economía de manera permanente”, precisa.
En concreto, la Fed ofreció US$500.000 millones en operaciones de recompra el jueves, seguidas de US$$1 billón el viernes, esto “para abordar interrupciones altamente inusuales en los mercados de financiamiento del Tesoro”, informó la sucursal de Nueva York de la Fed.
Cabe destacar que el objetivo del repo “es proveer liquidez de corto plazo”, por lo que se debe diferenciar de programa flexibilización cuantitativa (QE sigla en inglés) desplegado para enfrentar la crisis financiera. Así lo detalla Alarcón, quien sostiene que los QE “son para reducir las tasas de largo plazo y mejorar la efectividad de la política monetaria”. Actualmente, en EEUU, asegura, lo que hay es “un problema grande de liquidez de corto plazo”.