A estas alturas del año muchos quisieran estar pensando en la celebración de las fiestas que se aproximan, en las vacaciones que algunos se tomarán durante la época estival o, simplemente, en tener un cierre de año con relativa tranquilidad y comenzar el próximo año con el pie derecho.
Al parecer los planes para muchos de quienes nos desenvolvemos en el mercado bursátil serán diferentes. La incertidumbre es una de las principales causantes del incremento en la volatilidad que se apoderó de los mercados, y aparentemente, se mantendrá en niveles elevados. El indicador de volatilidad del S&P (VIX) se ha mantenido en niveles cercanos a 20 puntos, casi el doble de lo registrado durante los primeros nueve meses del 2018.
Nada de esto debe resultar muy extraño para quienes tenemos experiencia en el manejo de inversiones. Sabemos que los mercados son cíclicos, y es así como muchas veces ocurren eventos que generan gran incertidumbre para quienes tomamos decisiones de inversión.
Muchas otras veces también, la incertidumbre disminuye y los mercados se ajustan a la nueva realidad. El tiempo que tardan los mercados en corregir es corto, y resulta prácticamente imposible estar invertido en activos de mayor riesgo -justo en el momento previo a la corrección- para obtener grandes rentabilidades.
Lo anterior no significa que la mejor estrategia en períodos de alta volatilidad e incertidumbre, sea no hacer nada. Tampoco se debe olvidar cuál es el horizonte temporal de las inversiones, ya que lo peor que podría ocurrir, es estar posicionado en niveles excesivos de riesgo cuando los mercados caen con fuerza producto de malas noticias, y después de haber sufrido pérdidas importantes, refugiarse en activos de bajo riesgo, porque cuando comience al alza en el precio de los activos más riesgosos, no logrará capturar las ganancias.
Es imposible anticipar la evolución de todos los eventos que hoy determinan los precios de los activos y, por lo mismo, es importante estar posicionado en el nivel de riesgo que cada uno es capaz de tolerar y sentir con comodidad.
¿Qué pasará con la guerra comercial entre EE.UU y China después de las conversaciones de los presidentes Trump y Xi, sostenidas en la cumbre del G20? ¿Cuál será el impacto en el crecimiento de las principales economías? ¿Cómo se comportará el precio de los commodities? ¿Está llegando a su fin el alza de tasas de interés por parte de la Fed?
Mientras exista una gran cantidad de interrogantes sin respuesta cierta, los mercados seguirán moviéndose, hasta el último minuto, al compás de la información que vayan recibiendo y de cómo sea interpretada por los analistas.
Y como dije al comienzo de esta columna, nada hace pensar que vengan tiempos de más tranquilidad y mayor certeza para los mercados. Felices fiestas para todos.
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