“Esto ha sido la crónica de una invasión anunciada”, sostiene el exministro de Hacienda, Felipe Larraín, al tratar de explicar el reciente conflicto armado entre Rusia y Ucrania que tiene en ascuas a los mercados internacionales y ya se anticipa que puede generar efectos en la economía chilena.

El economista de Harvard asegura que el principal peligro para Chile es la fuerte escalada que ha tenido el precio del petróleo y sus efectos en la inflación local, lo que pondrá una difícil tarea para el Banco Central en lo que resta del año.

“Hay tres efectos económicos para el mundo de este conflicto entre Rusia y Ucrania: menor crecimiento, mayor inflación y más incertidumbre”, detalla Larraín, quien estima que el conflicto podría deteriorar el crecimiento de la economía chilena en medio punto para este año si se mantienen altos los precios del crudo a nivel internacional.

Más allá de la invasión de Rusia a Ucrania durante esta semana, algunos hablan de una nueva fase de guerra fría entre Oriente y Occidente. ¿Cómo esta tensión coyuntural y la más permanente pueden afectar a los mercados mundiales?

-En el corto plazo tenemos un aumento importante de la volatilidad. Los mercados cayeron en forma generalizada y luego se recuperaron, con fuertísimas variaciones intradía; esta volatilidad puede continuar. Pero a mediano plazo tenemos una incertidumbre importante, porque no sabemos qué viene en este conflicto. Es correcto lo que dicen algunos analistas de que esto puede motivar una mayor desconfianza y sospechas en términos cooperativos, porque no sabemos cuál es el próximo movimiento de Rusia. Espero que las represalias sean duras -comerciales, financieras y congelamientos de activos- en contra de la invasión rusa y que estas duelan a los que han planeado esta agresión contra el pueblo ucraniano.

El contexto anterior a este conflicto era el de una economía mundial que se debatía en esta nueva fase de la pandemia del Covid-19, con una variante ómicron más contagiosa y menos letal a la vez, y también un escenario de aumentos importantes de la inflación y de políticas monetarias más restrictivas por parte de los bancos centrales.

¿Cuáles son los grandes efectos mundiales que se ven por este conflicto?

-Hay tres efectos económicos para el mundo de este conflicto entre Rusia y Ucrania: menor crecimiento, mayor inflación y más incertidumbre. En particular, un efecto muy complejo de todos es el aumento del precio del petróleo, por su importancia dentro de la cadena productiva en bienes, en servicios, en costo de transporte y de producción. El petróleo puede generar una situación de estanflación mundial o, en un caso más complicado, una recesión mundial, como ha ocurrido en décadas pasadas. Sin embargo, en las últimas décadas el mundo ha logrado depender menos del petróleo; hemos logrado reducir la intensidad de uso de petróleo por unidad de producto.

Si bien Rusia es el 2% del PIB mundial, tiene el 17% de la producción de gas natural del mundo y en petróleo crudo, el 12%. Esto le pega muy fuerte a Europa, principalmente, porque depende mucho del gas natural ruso. Los europeos son los más expuestos a este conflicto.

Efectos en Chile

¿Y qué impacto podría tener en Chile?

-Para Chile los efectos directos son bastante menores. Las exportaciones de Chile a Rusia son menos del 1% de las exportaciones totales, lo que es poco más de US$ 600 millones al cierre de 2021. Es decir, comercialmente es un mercado poco importante para Chile.

Sin embargo, los efectos indirectos son mucho más duros y fuertes. Los efectos indirectos se generan por esta combinación de menor crecimiento de la economía mundial, más inflación y más incertidumbre. Vamos a tener un efecto inflacionario en Chile, explicado por las variaciones del tipo de cambio y por el alza de los precios de los commodities internacionales.

Especialmente el alza del precio del petróleo…

-Para Chile la escalada del petróleo es uno de los temas más serios, porque tenemos una dependencia de los combustibles líquidos importados de más del 95% de nuestro consumo. Es decir, Chile es uno de los países más expuestos en Latinoamérica en un escenario de un shock petrolero.

De consolidarse un aumento del 10% del precio del petróleo, se generaría un alza adicional de la inflación proyectada de entre el 0,3% y el 0,5% para este año. Pero si tomamos en cuenta que el precio del petróleo ha subido sobre el 20% en lo que va del año, el impacto inflacionario podría llegar a ser hasta un 1% adicional del que ya tenemos estimado. Esto, no obstante, podría verse mitigado si ocurre una desaceleración importante de la economía mundial.

Estanflación

¿Cree que puede haber algún peligro de estanflación para la economía chilena este año? Es decir, estancamiento con alta inflación…

-Para Chile hay un riesgo de estanflación dependiendo de cuán fuerte sea este conflicto, cuánto pesen las sanciones y cuán larga sea la crisis, y en un contexto en que la economía mundial se desacelere fuertemente.

De todas formas, el alza del precio del petróleo por sí solo puede impactar a la baja el crecimiento de Chile este año en alrededor de medio punto. Sin embargo, si la intensidad del conflicto y su duración aumentan, Chile podría crecer un punto menos respecto de lo que se está proyectando para este año.

¿Qué pasa en ese escenario con las alzas de tasas por parte del Banco Central?

-De todas maneras vamos a tener una política monetaria más restrictiva por parte del Banco Central este año. Lo que pasa es que si hay una desaceleración muy fuerte de la economía, eso puede tener un efecto sobre la gradualidad del endurecimiento de la política monetaria, porque parte del trabajo de bajar la inflación lo puede hacer la desaceleración de la economía.

Reforma tributaria

El camino de recuperación de la salud fiscal que pretende el nuevo gobierno se pone más cuesta arriba con este nuevo escenario…

-Una desaceleración de la economía va a impactar los ingresos fiscales. Hay dos grandes vías que influyen en este deterioro. Una vía es el impacto que tiene un menor crecimiento sobre la recaudación. También si tenemos una menor demanda mundial como efecto de la ocupación rusa en Ucrania, habrá una desaceleración de la demanda mundial por cobre y eso tiene un efecto sobre la recaudación fiscal.

En este contexto, me gustaría advertir sobre la liviandad con que se está hablando de realizar una nueva reforma tributaria, como si aumentar en 5 puntos del PIB la recaudación, como lo ha planteado el nuevo gobierno, no tuviera un efecto económico. Esto es un grave error, porque una reforma tributaria de esta magnitud afecta fuertemente las posibilidades de crecimiento, de inversión y empleo.

¿Cree que el nuevo gobierno debería revaluar la magnitud de la reforma tributaria a propósito de esta crisis?

-No tengo muchas esperanzas de que eso ocurra. La reforma tributaria, como está planteada, va a perjudicar en forma importante la capacidad de crecimiento, de creación de empleo y de inversión de este país.

Sin embargo, hay buenas razones para revaluarla en el escenario que está viviendo la economía mundial en términos de su gradualidad o de su magnitud, especialmente si la situación económica mundial sigue agravándose. Hay que recordar que en el segundo gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet se hizo una reforma tributaria que aspiraba a recaudar 3 puntos del PIB y se recaudó sólo un punto y medio. Pero no sólo recaudó la mitad de lo que se proyectaba, sino que también fue uno de los elementos importantes que influyeron en la desaceleración de la economía chilena entonces.