FIAT Chrysler propuso fusionarse con Renault para crear la tercera mayor firma automotriz del mundo, en una estrategia con la cual ambas empresas pretenden encarar el costoso desafío del cambio hacia la electrificación y la conducción autónoma.
Catalogada como "amigable" por la junta directiva de la firma francesa, la iniciativa de Fiat contempla que sus accionistas tengan el 50% de la propiedad y los de su contraparte el 50% restante, desarrollando una "estructura de gobierno equilibrada".
El plan ya cuenta con el respaldo político del Estado francés, que es el accionista más poderoso de Renault y cuya participación en la empresa resultante se reduciría a 7,5%, perdiendo así derechos de voto. El ministro de finanzas, Bruno Le Maire, se reunió la semana pasada con Jean-Dominique Senard, presidente de la firma en cuestión, para discutir la propuesta, según informó la vocera de gobierno, Sibeth Ndiaye.
Aunque señaló que hay que revisar las condiciones del acuerdo, para garantizar que sea favorable para el desarrollo de Renault y para sus empleados, Ndiaye subrayó que es preciso "tener gigantes industriales en Europa" para competir globalmente.
Por su parte, el presidente de Fiat, John Elkann, dijo sentirse alentado por el éxito de su propuesta. "Hemos aprendido que se pueden hacer tales acuerdos; son ventajosos", dijo a los periodistas en Milán. "La industria automotriz está pasando por cambios, con desafíos y oportunidades por delante", subrayó.
El optimismo de los involucrados tuvo eco entre los inversionistas. Ayer en la bolsa de París, las acciones de Renault subieron hasta un 16,7%, mientras que las de Fiat lo hicieron hasta 19,5%, su mayor incremento en la historia, dando cuenta del entusiasmo que generó en el mercado la posible fusión. La jornada la cerraron con incrementos de 12% en el caso de Renault y de 8%, en el de Fiat.
Las compañías "están buscando una base más segura al ganar escala, y eso no es una mala idea para los fabricantes de autos del mercado masivo", dijo el analista de Bankhaus Metzler, Juergen Pieper. "La ejecución del acuerdo es un obstáculo importante. Pero en el papel, esta propuesta se ve bien", agregó.
Efectos de la fusión
El acuerdo no incluye a los actuales socios de la francesa, Nissan y Mitsubishi, aunque el gerente general de Fiat, Mike Manley, indicó que las empresas japonesas recibirán los beneficios de la combinación, que la propuesta de la compañía sitúa en mil millones de euros al año.
Juntos, Fiat y Renault hicieron alrededor de 8,7 millones de autos el año pasado, lo que haría saltar al par por encima de Hyundai y General Motors de Detroit. Todavía está detrás de los dos mayores fabricantes de automóviles del mundo, Volkswagen y Toyota, que ambos superaron 10 millones de vehículos el año pasado.
Por otra parte, ambas empresas tendrían una "cartera de marcas amplia y complementaria", que abarcaría desde el lujo hasta la corriente principal, detalló la compañía italiana en su comunicado. Las marcas premium Jeep, Maserati, Alfa Romeo e Infiniti estarían bajo un paraguas común.
Fiat le daría a Renault acceso al mercado norteamericano, mientras ganaba influencia en Rusia, el segundo mercado más grande del fabricante de automóviles francés con su unidad Avtovaz. Ambas compañías reportaron menores entregas en el primer trimestre.