Las operaciones que tiene en Chile la compañía italiana de materiales de dibujo Fila han ido creciendo desde que cerró su fábrica local de lápices Pax en 2007 y se enfocó en la distribución de productos escolares de alta gama a través de sus marcas, entre ellas Giotto y Tratto.

Este cambio de orientación le permitió a la operación chilena cuadruplicar su facturación anual desde los $1.500 millones de 2007 a $6.000 millones en 2018. "Es una cifra impactante para un mercado escolar estable, que solo crece acompañando el aumento demográfico de los niños en Chile", resalta el gerente general de la operación local, Alejandro Jacobs. Y agrega: "Hemos sido la empresa del rubro que más se ha expandido, esperamos crecer 12% este año y tenemos una participación en torno al 30% del mercado de dibujo, pintura y modelaje".

Este 2019 planean impulsar sus nuevas marcas: Canson, Daler & Rowney y Maimeri. Asimismo, no descartan comprar firmas locales.