Los millennials han sido acusados ​​de matar tantos productos e industrias como taxis, teléfonos fijos, correo postal, que se ha convertido en un tema recurrente en los medios. Pero este grupo ya es noticia vieja. Hoy, las empresas y los especialistas en marketing están anticipando desesperadamente los caprichos de la Generación Z, el grupo demográfico nacido después de 1996.

A veces llamado "post-millennials" o "iGen", la Generación Z representa más de una quinta parte de la población de Estados Unidos y es el grupo con mayor diversidad racial y étnica en la historia de la nación. Son verdaderos nativos digitales que informan estar en línea "casi constantemente", según un estudio realizado este año por Pew Research Center.

Más del 70% de los nacidos en la Generación Z influyen en los gastos de su familia, según un informe de 2017 de International Business Machines Corp. y la Federación Nacional Minorista. Con ese nivel de influencia y miles de millones de dólares en poder adquisitivo, tienen a las empresas moviéndose rápido para comprender sus deseos.

Su relación con el dinero, según parece, ha sido moldeada por la Gran Recesión, dijo un experto.

"Sus expectativas son más bajas, no tienen tanta confianza", dijo Jean Twenge, profesora de psicología de la Universidad Estatal de San Diego, que ha estudiado a la generación. "No están viendo el mundo a través de lentes de color rosa".

Son menos optimistas sobre las oportunidades económicas y la deuda estudiantil. Como resultado, a la Generación Z le gusta ir a lo seguro. "Evitan más los riesgos que las generaciones anteriores en términos de actitudes y comportamiento", dijo Twenge, señalando un estudio que realizó, el cual mostró que los adolescentes de hoy tienen menos probabilidades de tener relaciones sexuales o beber. Sin embargo, también priorizan la riqueza y los bienes materiales. "En términos psicológicos, es un cambio hacia valores extrínsecos –dinero, fama y riqueza– más que hacia valores intrínsecos, como las relaciones y el sentimiento comunitario", dijo Twenge.

La generación ya maneja una combinación mortal de poder económico y poder en las redes sociales. Un tuit despectivo de Kylie Jenner a principios de este año sobre la aplicación para adolescentes Snapchat provocó una pérdida de US$1.300 millones en el valor de mercado de Snap Inc. Pero las empresas han sido declaradas "muertas" antes. Después de todo, se suponía que los millennials iban a erradicar los corchos de vino, las citas, la cerveza, los cereales y las barras de jabón, pero todo eso sigue existiendo.