El último vestigio de la crisis de los 80 está por terminar. SM Chile, la Sociedad Matriz de Banco de Chile, el año pasado provisionó todo lo que le resta para pagar la famosa deuda subordinada que arrastra con el Banco Central.
Es más, hoy envió un hecho esencial a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) donde informó la fecha en que definirá todas las materias relacionadas con la disolución y liquidación de esta sociedad: el 28 de marzo.
Ese día se realizará la junta ordinaria de accionistas de SM Chile y una junta extraordinaria. En esta última se tratará la designación de la comisión liquidadora de SM Chile, sus funciones, su remuneración y la forma y plazo en que se distribuirán entre los accionistas de la matriz las acciones de Banco de Chile de propiedad de la sociedad y las de propiedad de la filial SAOS S.A. que están prendadas a favor del Banco Central.
Actualmente la Sociedad Administradora de la Obligación Subordinada (SAOS) tiene prendadas a favor del Central 28.593.701.789 acciones de Banco de Chile, equivalente a un 28,75% de la propiedad. De este modo, los accionistas de SM-Chile pasarán a ser directamente accionistas del Banco de Chile, donde la serie B recibirá una acción del banco, con la opción de tener 2,38 títulos más.
La entidad, controlada por Citibank y el Grupo Luksic, mantiene la obligación desde 1996, y durante los últimos años los recursos entregados al Banco Central se encuentran muy por encima de lo pactado.
De hecho, Andrónico Luksic, controlador de Banco de Chile, en la última carta a los accionistas de la memoria anual 2017 de SM-Chile, sociedad matriz de la entidad financiera, ya se mostraba confiado en terminar con la deuda subordinada en abril de este año, es decir 17 años antes del plazo final (2036).
El objetivo de Luksic va según lo planeado: SM-Chile el año pasado provisionó todos los recursos que necesita para desembolsar el saldo de UF 3,1 millones (aproximadamente $84.500 millones) que le resta por pagar y extinguir la deuda con el instituto emisor.
Son 22 años los que lleva Banco de Chile pagando cuotas, pero este año (el número 23) esto podría acabar. Ese día será histórico para la entidad, pero también traerá cambios: se disolverán las sociedades SM-Chile y su filial Administradora de la Obligación Subordinada SAOS S.A, ya que ambas se constituyeron exclusivamente con el objeto de hacerse cargo de la administración y pago de la obligación.