En enero de 2018, la línea de transmisión eléctrica Cardones-Polpaico tuvo que haber estado operando. Sin embargo, la compleja entrada a los predios de privados ha provocado que el proyecto aún no esté finalizado.
Lo anterior, generó que diversas centrales no pudieran entregar su energía al sistema y tuvieran que vertirla. De estas, las unidades de Energía Renovable No Convencional (ERNC) son las que se vieron más afectadas.
Según el director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera), Carlos Finat, en 2018 se perdieron US$22 millones -a un costo de 50 US$/MWh-, lo que correpsonde a unos 400 GWh de energía. Esto, según Finat, podría haber abastecido a un millón de familias.
"La línea, desde el punto de vista de los planes originales, debería haber estado funcionando en 2016 y no está funcionado. El atraso está produciendo que las centrales generadoras no convencionales, de las cuales las compañías invirtieron una gran cantidad de dinero en la Tercera y Cuarta Región, no están pudiendo generar todo lo que podrían generar.
Esto, porque no existe capacidad para evacuar, porque falta esta línea (Cardones-Polpaico) las centrales son limitadas por parte del Coordinador Eléctrico que cumple con sus obligaciones" indicó Finat.
La empresa encargada del proyecto, InterChile, proyectó hace un mes que la nueva fecha para que entre en operación el proyecto no será antes de la tercera semana de febrero de 2019.