Los descalces cambiarios y la dependencia de los préstamos a corto plazo exacerban la presión sobre las calificaciones corporativas turcas a partir de una lira más débil, indicó Fitch Ratings.
Las firmas turcas, en forma similar a las de algunos otros mercados emergentes, dependen de líneas de crédito bancarias no comprometidas, señalaron analistas de Fitch en un informe. Aunque las compañías han logrado renovar regularmente sus préstamos, la disponibilidad puede volverse más restringida si la crisis de la moneda se intensifica aún más, dijeron.
Junto con los perfiles de vencimiento relativamente a corto plazo de la deuda corporativa, esto podría aumentar la presión sobre las calificaciones, según la nota.
La caída de 20% que ha sufrido este mes la lira en medio de las sanciones de Estados Unidos a Turquía por la detención de un pastor estadounidense aumentó los riesgos que enfrentan las empresas turcas de una liquidez global más ajustada y mayores costos de endeudamiento.
Moody's Ratings y S&P Global Ratings rebajaron nuevamente la calificación crediticia de la nación el viernes pasado, para quedar en categoría "basura". Las empresas turcas tienen US$337.000 millones de deuda pendiente en divisas duras, de los cuales US$90.000 millones vencen dentro de un año, según el banco central.
Un anuncio reciente del Ministerio de Finanzas para limitar la capacidad de los bancos para reducir la disponibilidad de crédito a las empresas es positivo para el sector corporativo en el corto plazo, pero a largo plazo podría aumentar los riesgos para el sector bancario, dijo Fitch.