La agencia Fitch mantuvo la calificación de riesgo para Chile en A con perspectiva estable. "Las calificaciones de Chile cuentan con el respaldo de un marco de políticas creíble centrado en un régimen de metas de inflación, tipos de cambio flexibles y un balance soberano relativamente sólido, y se proyecta que las medidas de deuda pública se estabilizarán en niveles moderados", señaló la agencia.
Agregó que estas fortalezas se contrarrestan con un ingreso per cápita relativamente bajo, una gran dependencia de los productos básicos y un apalancamiento externo y mediciones de liquidez más débiles, aunque el marco de política flexible ha servido como un amortiguador eficaz de los shocks de la relación de intercambio y el financiamiento.
Respecto al déficit fiscal del gobierno central Fitch señaló que mejoró un poco con el alza en los precios del cobre, cayendo a 2,6% del PIB en los doce meses hasta junio de 2017 desde 2,8% en 2017. La agencia proyecta que 2018 cerrará con un déficit fiscal de 2,1% en 2018, más alto que la proyección oficial de 1,7% dada la reciente caída en el precio del cobre y el crecimiento de los ingresos tributarios no cobre que ha tenido un peor desempeño considerando la recuperación económica y que el alza en los impuestos a las empresas al parecer no ha tenido el rendimiento esperado.
Asimismo la agencia sostuvo que la economía chilena está en camino a una recuperación robusta en 2018 después de años de crecimiento lento. Fitch proyecta que el PIB real crecerá 3,9% en 2018, frente al 1,7% de promedio en 2014-2017.
Fitch señaló que la mejoría en el precio del cobre y el crecimiento global han respaldado a los sectores de exportación, con extensiones a otras actividades y que una mayor confianza tras la elección del Presidente, Sebastián Piñera, ha contribuido a una dinámica de crecimiento positiva.
Agregó que se proyecta que la inversión se expandirá en 2018 luego de sucesivas contracciones en 2014-2017, lo que refleja el punto más bajo del ciclo de inversión del cobre, así como la amplia mejora en la confianza empresarial.
La agencia proyectó que el crecimiento se moderará a 3,5% en 2019 y 3,2% en 2020.
Entre los riesgos a la baja para las perspectivas económicas Fitch mencionó la incertidumbre en la política comercial global y la desaceleración en China, que recientemente pesaron sobre los precios del cobre y podrían contaminar la dinámica de crecimiento positivo si se mantienen, mientras nuevas huelgas en faenas mineras también parecen cada vez más probables.
La mantención en la calificación de riesgo por parte de Fitch se da luego que a fines de julio Moody's bajara la nota de deuda de Chile desde Aa3 a A1, cambiando la perspectiva desde negativa a estable.
El julio del año pasado Standard & Poor´s descendió en un peldaño el rating de Chile de AA- a A+ con perspectiva estable; y un mes después Fitch recortó desde A+ a A con perspectiva estable.