La agencia de calificación crediticia estadounidense Fitch Ratings señaló que la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), tras pasar por la revisión anual, mantuvo la clasificación de riesgo internacional en “A-”, y “AAA” en riesgo local, según informó la propia firma por medio de un comunicado.
Según evaluó Fitch, ambas calificaciones se ratificaron “con perspectiva estable”. Desde ENAP, indicaron que tales resultados confirmarían “la importancia estratégica de la compañía en el abastecimiento energético del país y de las políticas de largo plazo implementadas por la empresa para su estabilidad financiera”.
Dentro de los puntos en los que se basó la agencia para la calificación, se consideró el rol que juega ENAP para el Estado de Chile al ser una de las principales firmas abastecedoras de combustibles comercializados en el país. También se destacó su papel por poseer el total de la capacidad de refinación en el país.
Además, Fitch apuntó a la mejora del EBITDA de la empresa, la que se atribuyó a las condiciones favorables de mercado internacional, al aumento de márgenes de refinación, y a la gestión de costos y gastos realizada en los últimos años.
En la evaluación también se celebró el plan de inversiones hacia 2025 que tiene ENAP, estimado en niveles de US$500 millones anuales. Según señaló Fitch Ratings , la empresa podría manejarlo “considerando su nivel de generación de flujos proyectados hacia el futuro, con una mirada equitativa entre las líneas de negocio de Exploración y Producción -que permite mantener las reservas-, así como Refinación y Comercialización”, entre otros factores.
También mediante un comunicado, la empresa en cuestión indicó que la noticia “ratifica los esfuerzos que hemos estado desarrollando para establecer una mirada de futuro, continua y de largo plazo”. A la luz de la clasificación, el gerente general de ENAP, Julio Friedmann, planteó que “seguimos promoviendo inversiones para atender la demanda estratégica que tiene la compañía en torno a combustibles y gas, y también para adelantarnos a los cambios que se vienen para los próximos años”.
Según explicó ENAP, una parte de la clasificación de riesgo se basa en el vínculo que la compañía tiene con el Estado, categorizado como “muy fuerte”, y el nivel de control y supervisión que este tiene sobre la empresa.