Fitch Ratings vuelve a mantener la clasificación crediticia de Chile y no ve espacio para reformas adicionales a las que están en discusión
"Las calificaciones de Chile se sustentan en un balance soberano relativamente sólido, con una relación deuda pública/PIB por debajo de la de sus pares", dijo la firma para justificar su actuar.
Fitch Ratings informó que volvió a mantener la calificación crediticia de riesgo emisor (IDR) en moneda extranjera de largo plazo de Chile en ‘A-’. La perspectiva de la calificación es Estable. Una calificación que se mantiene desde el 24 de marzo del 2021.
Sobre las razones de su actuar, Fitch Ratings apuntó como fortaleza su nivel de deuda: “Las calificaciones de Chile se sustentan en un balance soberano relativamente sólido, con una relación deuda pública/PIB por debajo de la de sus pares”.
Otro de los aspectos que ve bien en Chile es los “sólidos indicadores de gobernanza y un historial de políticas macroeconómicas creíbles centradas en un régimen de metas de inflación y un tipo de cambio flexible”.
“Estas fortalezas se equilibran con un ingreso per cápita que Fitch proyecta que seguirá siendo bajo en relación con sus pares, una alta dependencia de las materias primas y débiles indicadores de apalancamiento externo y liquidez”, agregó.
Fitch también consideró en su análisis que la posibilidad de nuevas reformas se está cerrando por la proximidad de las elecciones a final de este año. Sobre lo aprobado en materia legislativa durante el gobierno del Presidente Gabriel Boric, la firma comentó las legislaciones relacionadas al pacto fiscal, pero estimó que es poco probable que se logre recaudar 2,7% del Producto Interno Bruto (PIB) en nuevos ingresos anuales.
Mientras que, por la reforma de pensiones, Fitch dio cuenta que todavía no ha sido aprobada, pero que se ingresaron modificaciones para elevar la contribución con cargo al empleador al 7% y aumentar el monto de la Pensión Garantizada Universal (PGU). “Los costos fiscales de la reforma propuesta son inciertos, aunque con el tiempo debería ayudar a profundizar los mercados de capital locales”, comentó.
La alertas y oportunidades
Respecto a las condiciones que podrían mermar la mirada de Fitch sobre Chile tienen que ver con el nivel de deuda pública frente al PIB. A modo de ejemplo, la firma apuntó a un escenario donde aumentan las presiones por un mayor gasto social.
El “estancamiento político sostenido” y menores perspectivas de crecimiento e inversiones fueron otros de los casos que motivarían a Fitch a rebajar la nota crediticia del país.
Otras de las presiones que estableció para Chile fue el caso de una caída en los precios del cobre vinculada a las perspectivas de crecimiento global (particularmente para China), el ritmo incierto de la transición verde, así como condiciones financieras globales más restrictivas.
Sobre las oportunidades de mejoras, Fitch planteó que rebaje el nivel de la deuda pública del país y/o una “reconstrucción de los colchones fiscales, por ejemplo, reflejando una consolidación fiscal o un aumento sostenido de los precios del cobre”.
“Mejora de las perspectivas de crecimiento económico de mediano plazo que ayude a elevar el PIB per cápita, aliviar las tensiones sociales y mejorar la dinámica fiscal”, agregó Fitch sobre hechos que mejorarían la calificación de Chile.
Mirada a la economía
En su análisis, Fitch Ratings estima que el déficit fiscal del gobierno central será del 3,1% del PIB en 2024, frente al 2,4% de 2023.
“Se esperan aumentos del gasto debido a mayores costes de endeudamiento y gasto social”, agregó en relación al Presupuesto 2025.
Ante este contexto, Fitch dijo que prevé “un déficit más amplio del 1,9% del PIB debido a nuestra expectativa de que las medidas contra la evasión fiscal no producirán los beneficios esperados en materia de ingresos, y un menor crecimiento del PIB y precios del cobre en comparación con el gobierno”.
“Esperamos déficits de alrededor del 2% en el mediano plazo impulsados por nuestra expectativa de menores beneficios en materia de ingresos de las medidas contra la evasión fiscal, un crecimiento más lento y precios más bajos del cobre”, añadió.
Sobre la deuda en relación con el PIB, Fitch estimó que aumentó 39,4% en 2023 al 42,0% en 2024 y esperamos que la deuda continúe aumentando gradualmente hasta el 42,6% para 2026.
En relación con el crecimiento, Fitch estima que el crecimiento del PIB real de Chile durante 2024 fue de 2,3% y para 2025 espera un crecimiento de 2,1%, que está por debajo de la mediana de los países con calificación A.
Otro de los aspectos que analizó Fitch fue el déficit de la cuenta corriente: “Se reducirá al 2,5% del PIB en 2024 desde el 3,5% en 2023, impulsado por una mejora de la balanza comercial en medio de un aumento de las exportaciones de cobre, a pesar de la lenta recuperación de las importaciones”.
“Esperamos que el déficit de cuenta corriente aumente al 2,7% en 2026, ya que el aumento de la actividad exportadora, ayudada por la depreciación del peso, se verá compensado por un aumento de las importaciones impulsado por la recuperación continua de la demanda interna”, agregó.
Mientras que, respecto al cobre -el producto estrella de Chile- Fitch estima que, pese a la caída proyectada para el precio del metal, la demanda se mantendrá estable por el consumo de la transición verde y los centros de datos de inteligencia artificial.
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