Flujo vehicular de autopistas urbanas cerró el 2024 con el nivel más alto en al menos 6 años

La primera mitad del 2024 no fue positiva para el flujo vehicular en autopistas urbanas, según reportó la Dirección General de Concesiones (DGC) en ese entonces. El semestre cerró en el menor nivel semestral desde el segundo semestre del 2022, con un total de casi 833 transacciones entre enero y junio del 2024 de vehículos livianos y pesados.

Sin embargo, las pasadas de vehículos entre julio y diciembre del año pasado lograron posicionarse como un récord en al menos 6 años, desde el 2018, que son los registros que tiene la DGC disponible. En el segundo semestre las pasadas de vehículos sumaron más de 902 millones, subiendo un 4% versus el mismo periodo del 2023.

Eso impulsó un año positivo para el tráfico vehicular en las autopistas urbanas, también con el nivel más alto observado en los registros de la DGC. Con un total de casi 1.735 millones de transacciones en las ocho autopistas concesionadas, se observó un incremento de 1,2% versus el 2023, cuando totalizó casi 1.714 millones.

“El aumento de flujo en las autopistas urbanas el último trimestre de 2024, se puede atribuir a diferentes factores, como por ejemplo, conectividad de la ruta, a su moderna infraestructura, calidad de operación, servicio y mantención, a su ubicación y recorrido interconectando las comunas del Gran Santiago”, explicó la DGC.

Más en detalle, el último trimestre del año fue un buen periodo para las concesionarias, que vieron casi 476 millones de pasadas, el nivel más alto en un cuarto de año en el registro de la entidad. Esto significó una expansión de 7,4% versus el registro del mismo trimestre del 2023.

“Los vehículos livianos representaron el 90,6% del total de transacciones en las rutas urbanas del cuarto trimestre de 2024 y mostraron entre los meses de octubre y diciembre un crecimiento de 7,0% en comparación al año previo. Por su parte, los vehículos pesados experimentaron en el mismo periodo un aumento interanual de 11,0%”, precisa el informe de la DGC.

Las alzas del tráfico vehicular en las autopistas urbanas a nivel anual fue impulsado principalmente por el crecimiento en Américo Vespucio Oriente 1 (AVO), la concesión asociada a las firmas Aleática y Sacyr de cerca de 9 kilómetros, que culminó su segundo año completo de funcionamiento.

La autopista en cuestión entró en operaciones en el último trimestre del 2022. En el 2023 totalizó casi 35 millones de transacciones, subiendo un 28% en el 2024, hasta rozar los 45 millones. El crecimiento está acorde con las proyecciones de la DGC: “AVO I es un contrato que se encuentra en etapa rump-up (en proceso de consolidación), por lo que era esperable el crecimiento sostenido de los viajes durante el año 2024. Por tanto, los flujos deberían continuar creciendo para llegar a los proyectados cuando entre en operación AVO II y se cierre la circunvalación Américo Vespucio”, señalaron.

La segunda autopista con mayor crecimiento fue el Acceso Vial AMB, pasando de 12 millones de pasadas, a 13 millones, una expansión de 7,1%, lo que coincide con un incremento en el tráfico aéreo en el Aeropuerto de Santiago. “En el caso de Acceso Vial al Aeropuerto Arturo Merino Benítez (AMB), su aumento de flujo se relaciona al crecimiento en el número de pasajeros y vuelos operados en el aeropuerto de Santiago, como el crecimiento del turismo, la migración o el número de viajes internacionales. En los últimos años ha habido un crecimiento en la llegada de turistas extranjeros, como también aumento en la cantidad de viajeros desde Chile”, sostuvo la DGC.

Por el otro lado, la autopista del Túnel San Cristóbal, Vespucio Sur y el tramo urbano de Santiago-Los Vilos, observaron una caída en el 2024 versus el 2023.

Para el 2025, la DGC especifica que “los flujos esperados se relacionan directamente con la actividad económica del país. El PIB del año 2025 estimado por el Banco Central es de 2,1%, en consecuencia, se proyectan flujos levemente superiores para este año. Sin perjuicio, existen otros factores como las intervenciones proyectadas en los contratos urbanos que pueden afectar a los flujos al generar una distribución de los viajes, producto de la búsqueda de rutas alternativas por partes de los usuarios”, apuntó la DGC.

“Las rutas interurbanas se subdividen en la Ruta 5 y las rutas transversales. La Ruta 5 recorre el país de norte a sur, y fue otorgada en concesión a doce sociedades desde Caldera a Pargua. Las rutas transversales permiten recorrer entre la cordillera y el mar, acceder a ciudades o puertos, o conectar rutas o ciudades específicas. Actualmente éstas comprenden dieciséis concesiones en operación”, precisa el informe de la DGC.

Durante el 2024 las rutas interurbanas sumaron cerca de 547 millones de transacciones, lo que es un fuerte incremento versus el 2023, al subir un 18% versus los 462 millones de ese entonces. A diferencia de las autopistas urbanas, no hay un récord histórico. Es que al cierre del 2022 hubo un peak de más de 581 millones.

En el cuarto trimestre las transacciones en este tipo de rutas llegaron a más de 153 millones, el nivel más alto histórico para un último cuarto, al menos desde el 2018. Al comparar con otros trimestre, se observa que es lo más alto que se ha registrado desde el primer semestre del 2022 cuando llegó a 225 millones.