La disminución de la IED a US$1,43 billones frente a los US$1,87 billones de 2016 –incluso pese a que el comercio y el crecimiento económico repuntaron– también reflejó una menor inversión en proyectos distintos de las fusiones, según el Informe sobre las Inversiones en el Mundo que publica anualmente la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), dado a conocer el miércoles.

El ingreso de flujos a las economías desarrolladas cayó un 37% a US$712.000 millones, luego de que las fusiones y adquisiciones se redujeran en un 29%. En tanto, los flujos de IED a las economías en desarrollo se mantuvieron sin variación en US$671.000 millones, y la inversión en América Latina aumentó por primera vez en seis años.

"Esta tendencia negativa es una preocupación a largo plazo para los encargados de política de todo el mundo, especialmente para los países en desarrollo, donde la inversión internacional es indispensable para el desarrollo industrial sostenible", indicó en el informe el secretario general de la ONU, António Guterres. "Este preocupante panorama de inversión global destaca la importancia de un ambiente propicio para la inversión global".

Este año

La ONU proyecta que los flujos de IED aumentarán "marginalmente" este año, en alrededor de un 5% a US$1,5 billones, mientras que permanecen por debajo del promedio de la última década, en medio de la incertidumbre política y las tensiones comerciales. También hay un aumento en las restricciones a la inversión y las preocupaciones sobre la seguridad nacional y la propiedad extranjera de tierras y recursos, junto con un mayor escrutinio de las adquisiciones extranjeras, indica el informe, incluso cuando muchos países se esfuerzan por atraer IED.

La caída de la inversión en 2017 también reflejó en parte una disminución en el promedio de la tasa de rendimiento mundial de la inversión extranjera, que cayó del 7% al 6,7%. Los países desarrollados, junto con las economías en desarrollo de Asia occidental y el sur de Asia, mostraron rendimientos más lentos.

Estados Unidos siguió siendo el mayor receptor de IED, al atraer US$275.000 millones el año pasado, seguido por China, con flujos de ingreso récord de US$136.000 millones, según los datos de la ONU. Los flujos de salida de China disminuyeron por primera vez desde 2003, con un descenso del 36% a US$125.000 millones como resultado de las políticas que frenaron la inversión en respuesta a "importantes salidas de capital" durante 2015 y 2016, según el informe.