Los aranceles impuestos y los que podrían venir entre Estados Unidos y China podrían recortar la producción económica mundial en 9,5% en 2020, advirtió el miércoles el Fondo Monetario Internacional (FMI), en momentos en que los líderes financieros se preparan para reunirse esta semana en Japón.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, dijo en un blog y una nota informativa para los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G-20 que imponer impuestos a todo el comercio entre los dos países, como ha amenazado el presidente Donald Trump, causaría la evaporación de unos US$455.000 millones en Producto Interno Bruto.
"Estas son heridas autoinfligidas que deben evitarse", afirmó Lagarde en una publicación del blog del FMI. "¿Cómo? Al eliminar las barreras comerciales recientemente implementadas y evitando nuevas barreras en cualquiera de sus formas".
El FMI dijo que los gravámenes estadounidenses y las represalias chinas aplicadas hasta el momento, incluido un reciente incremento en los aranceles de Estados Unidos a 25% sobre una lista de bienes chinos por valor de US$200.000 millones, podrían recortar el crecimiento del 2020 en un 0,3%.
Más de la mitad de ese impacto proviene de los efectos negativos de la confianza de las empresas y de los mercados financieros. "El hecho es que las medidas proteccionistas no sólo dañan el crecimiento y los empleos, sino que también hacen que los bienes de consumo negociables sean menos asequibles, y perjudican de manera desproporcionada a los hogares de bajos ingresos", dijo Lagarde.
Las tensiones comerciales llevaron en abril al FMI a reducir en 0,4 puntos porcentuales su pronóstico de expansión del 2019 a un 3,3%. El miércoles, el FMI aseguró que los datos sugerían que eran correctas sus expectativas para un modesto repunte del crecimiento en el segundo semestre del año, debido a políticas monetarias más expansivas y medidas de estímulos en China.
El FMI proyecta un crecimiento mundial de 3,6% para el 2020, pero dijo que su perspectiva es vulnerable a las tensiones comerciales, la incertidumbre sobre la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, e inciertas recuperaciones en algunas complicadas economías como Argentina y Turquía.
Si el crecimiento se detiene, el FMI afirmó que las autoridades deberían actuar de una manera coordinada, incluyendo acciones "decisivas" para expandir la política monetaria y los estímulos fiscales en países que tienen recursos disponibles.
Esto sería más efectivo si la respuesta era "sincronizada" en el mundo y acompañada de reformas estructurales que apunten a mejorar la eficiencia económica, agregó el FMI. Lagarde también abogó por intensificar los esfuerzos para fortalecer las normas de la Organización Mundial de Comercio, especialmente en subsidios, protección de propiedad intelectual y comercio de servicios.
Citó la investigación del FMI que muestra que una liberalización en el comercio de servicios podría sumar alrededor de US$350.000 millones al PIB mundial en el largo plazo.