FMI advierte que factores que impulsan alza global del precio de los alimentos siguen en pie
Según los cálculos del organismo internacional, las cotizaciones internacionales de los alimentos aumentaría en torno a 25% en 2021.
El repunte de la inflación que se observa a nivel mundial ha tenido a los alimentos como uno de sus protagonistas y no se espera que esa tendencia se revierta. Así lo sostiene un reporte del Fondo Monetario Internacional (FMI), donde señalan que “se espera que los precios internacionales de los alimentos aumenten en aproximadamente un 25% en 2021 a partir de 2020″.
De esta manera, el reporte elaborado por los economistas Christian Bogmans, Andrea Pescatori y Ervin Prifti, plantea que habría un traspaso a la inflación de los precios de los alimentos al consumidor de aproximadamente 3,2% y 1,75% en promedio en 2021 y 2022, respectivamente.
“El aumento de los precios mundiales de los alimentos para los productores está en los titulares y preocupa al público”, aseguran los atores, precisando que si bien “los datos más recientes muestran una moderación en la inflación de los precios de los alimentos al consumidor a nivel mundial”, lo cierto es que “eso podría cambiar en los próximos meses”.
La situación es particularmente preocupante para los mercados emergentes y países de bajos ingresos, que son mal vulnerables a ítem de la inflación porque sus consumidores “suelen gastar una proporción relativamente grande de sus ingresos en alimentos”. Además, el informe sostiene que en ese grupo hay naciones que podrían enfrentar dificultades adicionales por la depreciación de sus monedas, considerando que la mayoría de los productos alimenticios se comercializan en dólares.
Factores en juego
El FMI plantea estas preocupaciones tras afirmar que los factores que están empujando el precio de los alimentos a nivel mundial siguen en pie. Entre estos, figura el hecho de que el aumentos como tendencia es incluso previo a la pandemia.
“En el verano de 2018, China se vio afectada por un brote de peste porcina africana, que acabó con gran parte de la manada de cerdos de China, que representa más del 50% de los cerdos del mundo. Esto hizo que los precios de la carne de cerdo en China alcanzaran un máximo histórico a mediados de 2019″, relatan en el informe.
Según precisan, lo anterior generó un efecto dominó en los precios de la carne de cerdo y otras proteínas animales en muchas regiones del mundo. “Esto se vio agravado por la introducción de aranceles de importación chinos sobre la carne de cerdo y la soja estadounidenses durante la disputa comercial entre Estados Unidos y China”, añaden.
Ya más relacionados con el coronavirus, el Fondo destaca las interrupciones de la cadena de suministro y otros efectos de las cuarentenas, como “el cambio de los servicios alimentarios (como salir a cenar) a los supermercados minoristas y la acumulación de existencias de los consumidores“, todo lo cual hizo que subieran “los índices de precios de los alimentos al consumidor en muchos países”.
Si bien ese es justamente el efecto que se ha moderado, en el FMI ya han distinguido que esos elementos siguen generando un incremento en los precios de los alimentos al productor, lo que se vería reflejado entre seis y doce meses en el precio al consumidor. Cabe destacar, que este último también incluye costos de envío de los productos alimenticios primarios, procesamiento, comercialización y envasado de los alimentos y los costos de distribución final, como el transporte.
En tercer lugar, el informe sostiene que “las tarifas de flete marítimo, medidas por el Baltic Dry Index (una medida de los costos de envío), se han incrementado entre 2 y 3 veces en los últimos 12 meses, mientras que el aumento de los precios de la gasolina y la escasez de conductores de camiones en algunas regiones están elevando el costo de los servicios de transporte por carretera”.
Finalmente, en el FMI explican que “desde su punto mínimo en abril de 2020, los precios internacionales de los alimentos (productores) han aumentado en un 47,2%, alcanzando sus niveles (reales) más altos en mayo de 2021 desde 2014 (el nivel más alto de la historia en términos de dólares corrientes)”. En tanto, detallan que “entre mayo de 2020 y mayo de 2021, los precios de la soja y el maíz aumentaron en más de 86% y 111%, respectivamente”.
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