Los desafíos económicos por coronavirus “exigen estrategias sin precedentes” para América Latina, de acuerdo a lo consignado ayer por el Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental. En un informe, seguido de una conferencia de prensa, reconoce que pese a al repunte económico que el organismo anticipa para el próximo año, “la región tiene ante sí el espectro de otra década perdida durante 2015-25”.

El escenario actual es bastante sombrío a ojos del experto. “Mientras la pandemia continúa propagándose por la región, los países enfrentan la peor recesión económica desde que se comenzaron a producir estadísticas de cuentas nacionales en los años cincuenta”, asegura Werner, agregando que nos estamos enfrentando a “shocks atípicos de oferta y demanda, una crisis sanitaria y altos costos de financiamiento”.

En ese marco, destaca que “las medidas necesarias para mitigar los costos humanos y económicos de la crisis serán de enormes proporciones”. En esta misión, el FMI destacó como ejemplos para la región los “programas de gran magnitud” desplegados por tres países, entre ellos Chile.

Junto a Brasil y Perú, “han respondido de forma más enérgica a la pandemia”, gracias a “que gozan de mejor calidad crediticia, según los diferenciales del mercado”, consigna Werner, quien también menciona la labor realizada por los bancos centrales estos países.

En general, las autoridades monetarias de la región han rebajados sus tasas y tomado medidas para “apoyar la liquidez y contrarrestar excesos de volatilidad en los mercados financieros internos”. En tanto, con el objetivo de “garantizar condiciones adecuadas de liquidez, algunos bancos centrales han incrementado el tamaño de sus operaciones de suministro de liquidez, permitiendo a veces la participación de intermediarios financieros no bancarios y el uso de títulos del sector privado de alta calificación”.

Dicho esto, también destaca que son los bancos centrales de los tres países mencionados anteriormente los que también han tenido la capacidad de intervenir los mercados cambiarios, y otros mercados financieros, para contrarrestar excesos de volatilidad.

Con todo, Werner destaca que hay desafíos relevantes y compartidos en la región, entre ellos el “alto nivel de informalidad”, que dificulta prestar la ayuda necesaria. En ese marco, el organismo llama a “usar todos los registros disponibles y métodos posibles para llegar a las empresas más pequeñas y los trabajadores informales”.P