En el marco de una mejora generalizada de las proyecciones económicas para América Latina, el Fondo Monetario Internacional (FMI) decidió subir su estimación para Chile en 2021, desde 4,5% hasta 5,8% en el presente año. Se trata de la segunda mejora más destacada, después de Perú que sube de 7,3% a 9%, entre los seis países considerados por el reporte publicado esta mañana de lunes.

Alejandro Werner, economista jefe para la región Occidental del organismo, explicó en conferencia de prensa que son tres las razones por las cuales la revisión al alza de 1,3 puntos porcentuales, a nivel nacional, se distingue en el vecindario.

En primer lugar, sostiene que “Chile partía de una situación en 2019 con un crecimiento muy disminuido por los efectos económicos de las tensiones sociales, los disturbios y las manifestaciones que si vieron en la segunda mitad de ese año. Por lo tanto, parte de una base de comparación más baja, lo que ayuda a los indicadores de crecimiento”.

Otro factor relevante es que, particularmente en los primeros trimestres de 2021, “se verá el impacto sobre el consumo y la demanda agregada de los retiros de los fondos de pensiones que se están realizando”. En este ámbito, si bien reconocen el aliento que esto implica para la reactivación, Werner alerta que el debilitamiento del sistema de pensiones es “peligroso”.

Finalmente, plantea que tanto las economías de Chile como de Perú, se están viendo beneficiadas por el positivo comportamiento de los metales, en el marco de la recuperación económica mundial post coronavirus.

Mejora conjunta

Más allá de la sobresaliente mejora para las perspectivas de chilenos y peruanos, el FMI ofrece una mejor fotografía para América Latina en su conjunto, elevado a 4,1% el pronóstico de crecimiento regional para 2021, desde el 3,6% presentado en el World Economic Outlook de octubre pasado.

Lo anterior, " en vista a los resultados más sólidos de lo previsto en 2020, la expectativa de que se amplíen las campañas de vacunación, las mejores perspectivas de crecimiento para Estados Unidos y el aumento de los precios de algunas materias primas. Se espera que el crecimiento se acelere más adelante en el año”, indican en el reporte que lideró Werner.

“Pese a esta situación, hemos elevado a 4,1 por ciento nuestro pronóstico de crecimiento regional para 2021 (de 3,6 por ciento en octubre), en vista de los resultados más sólidos de lo previsto en 2020, la expectativa de que se amplíen las campañas de vacunación, las mejores perspectivas de crecimiento para Estados Unidos y el aumento de los precios de algunas materias primas. Se espera que el crecimiento se acelere más adelante en el año”, indican.

En ese marco, el FMI sube sus pronósticos de crecimiento económico de 2021 para todos los países considerados en el reporte. En el caso de México y Brasil aumenta en 0,8 puntos hasta 4,3% y 3,6% respectivamente. En tanto, en Colombia se aplica un incremento de 0,6 hasta 4,6% y en Argentina de 0,4 a 4,5%.

La pandemia sigue generando riesgos

Sin embargo, el FMI no pretende en ningún caso dar tranquilidad con estas proyecciones. “Los costos sociales y humanos de la pandemia han sido enormes y hacen que se cierna un gran sombra este pronóstico”, señalan en el reporte.

En primer lugar, apuntan a que “el recrudecimiento de la pandemia a finales de ese año amenaza con frustrar una recuperación que ya es desigual”. Si bien reconocen que ya hay indicios de estabilización, precisan que las nuevas infecciones y muertes han aumentado en los últimos dos meses, tanto en América del Sur como en América Central.

En ese contexto, destacan que “la incapacidad para contener las nuevas infecciones, la imposición de nuevos confinamientos y el consiguiente cambio de comportamiento de la gente supondrán, en suma, un lastre para el crecimiento”.

Más específicamente, ese lastre se traduciría en “una recuperación más débil en los mercados laborales” infligiría un daño social más permanente. Un cambio repentino en la actitud de los inversionistas internacionales podría generar presiones sobre los países que adolecen vulnerabilidades fiscales y externas

Manifestadas esas precauciones, el FMI también plantean los riesgos al alza que se manejan para los pronósticos recién presentados. “Por el lado positivo, la eficacia de las campañas de vacunación y contención de la pandemia, que cuentan con el firme compromiso de la mayoría de los países, y un apoyo fiscal adicional, sentarían las condiciones para una recuperación más rápida”.

Recomendaciones

En este escenario todavía bastante líquido, el Fondo subraya que la prioridad para los países de la región debieran ser “garantizar una dotación adecuada de recursos para los sistemas sanitarios, incluidas la vacunación y las pruebas”.

Es segundo lugar, recalca que es necesario “seguir apoyando a los sectores vulnerables más afectados por la pandemia y afianzar la recuperación que hasta ahora es incierta”, advirtiendo que “retirar demasiado apoyo fiscal demasiado pronto pondría en peligro estos objetivos”.

Es por lo anterior que considera que “los países pueden hacer más espacio para gasto en los presupuestos restringidos, si son capaces de demostrar un compromiso para aplicar políticas fiscales creíbles y sostenibles a mediano plazo una vez que haya concluido la pandemia”.

Al respecto, observa que “el actual entorno de tasas de interés bajas hace pensar que quizá se haya subestimado el ‘espacio fiscal’, sobre todo en las economías más grandes, donde los pagos de intereses se encuentran en niveles bajos pese a notables aumentos de la deuda como porcentaje del PIB”.

De todas maneras, en la conferencia de prensa Werner aclaró que “Chile es un caso donde vimos un apoyo fiscal importante y también donde estamos viendo un compromiso para mantener ese apoyo fiscal en 2021″.