Venezuela no puede acceder a ningún programa del Fondo Monetario Internacional (FMI), o retirar sus reservas dentro de esta institución, hasta que sus estados miembro aclaren qué gobierno reconocen en Caracas, dijo este miércoles un portavoz del organismo.
La legitimidad del gobierno de Venezuela está en cuestión desde enero, cuando el líder opositor Juan Guaidó desafió la autoridad del presidente Nicolás Maduro, en medio de una aguda crisis económica.
"Cualquier compromiso del FMI con Venezuela, incluida la respuesta a posibles solicitudes de transacciones financieras, se basa en el tema de la aclaración del reconocimiento del gobierno", dijo a AFP el vocero del FMI.
"Nos guiamos por nuestros miembros en ese tema, y en este punto, esa decisión no se ha tomado", agregó. Maduro, quien asumió un segundo mandato hasta 2025 el 10 de enero tras cuestionadas elecciones, sigue siendo el presidente en el poder en Venezuela, con apoyo interno de los militares y externo en particular de Rusia y China.
Pero Guaidó, el jefe parlamentario que el 23 de enero se declaró presidente interino con miras a establecer un gobierno de transición y organizar nuevos comicios, ha sido reconocido por más de 50 países, incluido Estados Unidos.
Venezuela, otrora una potencia petrolera, ha visto su producción de crudo hundirse a un mínimo en 30 años y está sumida en una debacle económica que según la ONU ha obligado a 2,7 millones de personas a abandonar el país desde 2015.
Más temprano la agencia Bloomberg había reportando citando fuentes que elFMI había suspendido el acceso de Venezuela a casi US$400 millones de Derechos Especiales de Giro, citando el caos político desde que el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se autoproclamase como líder legítimo de la nación en enero.
Venezuela ya ha reducido sus reservas de DEG desde los casi US$1.000 millones en marzo de 2018.
La medida de precaución del FMI supone un fracaso, al menos temporal, para el gobierno de Maduro, que quiere utilizar fondos que tiene en el extranjero para evitar un colapso económico devastador, el cual podría socavar el apoyo clave de los principales comandantes militares. Los DEG son una de las últimas fuentes de efectivo restantes del régimen. Casi dos tercios de las reservas extranjeras de US$9.000 millones de Venezuela se encuentran en forma de oro, las cuales resultan difíciles de liquidar debido a las sanciones de Estados Unidos.