El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció este martes que aprobó un nuevo acuerdo de dos años con Chile en el marco de la Línea de Crédito Flexible (LCF) disponible para el país, por un monto cercano a los US$13.800 millones, lo que equivale a cerca del 600% de la cuota del país en la institución.

Este acuerdo es suscrito entre el FMI y el Banco Central - con la concurrencia del Ministerio de Hacienda-, donde la presidenta de este organismo, Rosanna Costa, ejerce como representante del país por su cargo.

La LCF es una línea que permitirá aumentar la disponibilidad precautoria de liquidez internacional ante la posibilidad de eventos externos adversos de gran magnitud entre los que se incluyen un deterioro abrupto de las condiciones financieras globales, un deterioro significativo de los términos de intercambio o, en general, un escenario de actividad global más complejo. La medida, por tanto, corresponde a un seguro o segunda línea de protección ante escenarios adversos de mayor impacto y menor probabilidad.

“Chile reúne las condiciones para acogerse a la LCF en virtud de sus sólidos fundamentos económicos y marcos de política institucional, así como de su historial sostenido de políticas macroeconómicas muy sólidas”, señala el FMI.

De hecho, agregan que “en el contexto de unos riesgos externos aún elevados y unas perspectivas de base a corto plazo más sólidas, las autoridades han solicitado una reducción del acceso. Se han comprometido a reducir gradualmente el acceso en función de la evolución de los riesgos externos y tienen la intención de seguir tratando el acuerdo como precautorio”.

Este es el tercer acuerdo FCL de Chile desde 2020 en el que el acceso se ha reducido gradualmente. El primer acuerdo FCL se aprobó el 29 de mayo de 2020 por un importe de 17.443 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG) (equivalente al 1.000% de la cuota). El segundo acuerdo, aprobado el 29 de agosto de 2022, fue por un importe de 13.954 millones de DEG (equivalente al 800% de la cuota). En ninguna oportunidad el BC ha utilizado esta línea de crédito.

La unidad DEG, explica el FMI, son un activo de reserva internacional. Los DEG no son una moneda, pero su valor se basa en una cesta de cinco monedas: el dólar de EE.UU., el euro, el renminbi chino, el yen japonés y la libra esterlina.

Visión de la institución

El Subdirector Gerente del FMI, Bo Li, señaló que “los sólidos marcos de política institucional de Chile respaldan la resiliencia de la economía y su capacidad para responder a shocks. Estos incluyen un marco creíble de objetivos de inflación con un tipo de cambio flexible, un ancla de deuda y una regla de equilibrio fiscal estructural, así como una eficaz regulación y supervisión del sector financiero”.

El personero agregó que “las perspectivas a corto plazo han mejorado gracias al repunte de las exportaciones mineras y a la recuperación del consumo. Sin embargo, la economía chilena sigue expuesta a elevados riesgos externos ligados a la incertidumbre en torno a un entorno de tasas de interés potencialmente más altas durante más tiempo en EE.UU., una ralentización en China y otros socios comerciales clave, y una intensificación de los conflictos regionales en el mundo”.

“En este contexto, las autoridades han seguido aplicando políticas muy enérgicas que han resuelto en gran medida los desequilibrios macroeconómicos acumulados durante la pandemia. Las ambiciones de reforma del Gobierno pretenden añadir dinamismo a la economía, haciéndola al mismo tiempo más inclusiva y más verde. En particular, los esfuerzos clave buscan agilizar los permisos de inversión, capitalizar las oportunidades de Chile a partir de la transición verde global, continuar aumentando los ingresos -principalmente mejorando el cumplimiento tributario- y fortalecer la seguridad social”, puntualiza .