Entre el 5 y el 12 de junio, un equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) liderado por Luca Ricci, visitó Santiago para analizar la evolución más reciente del país en materia económica y política.
Después de una semana de que se concretase la visita, mediante una declaración, Ricci afirmó que "en adelante, será crucial alcanzar pronto un acuerdo en torno a las reformas, a fin de apuntalar la confianza interna en este período de agudizada incertidumbre mundial"
Además, el emisario del FMI señaló que el proceso de discusión y aprobación de las reformas ha contribuido a la incertidumbre interna, perjudicando la confianza y las decisiones de inversión. "El gobierno ha estado procurando apoyar el crecimiento y atender las necesidades de desarrollo y sociales mediante un amplio conjunto de reformas. Estas reformas conciernen a los sistemas tributario, de pensiones y de salud, así como al mercado de trabajo, entre otros. Aunque el dilatado proceso legislativo se ha esforzado por generar un amplio respaldo, también ha contribuido a la incertidumbre interna en materia de políticas, que ha perjudicado la confianza y las decisiones de inversión".
Sobre las condiciones financieras mundiales, Ricci precisó que estas siguen siendo favorables en términos generales, pero que podrían alterarse rápidamente por situaciones como la agudización de las tensiones comerciales, una mayor incertidumbre política o una descaceleración más potente a la prevista. De esta forma, perjudicando la confianza, la inversión y el crecimiento.
En esta línea, el FMI destacó dos medidas que ha tomado el país para preservar la estabilidad económica. La primera es el reciente anuncio del gobierno de un programa de inversión pública, por un monto aproximado de US$1.400 millones, para alentar el crecimiento y, la segunda, es el recorte de la tasa de política monetaria en 50 puntos base realizada por el Banco Central, aumentando la postura expansionista de la política monetaria.
Por último, respecto al balance fiscal estructural y a las metas de inflación, Ricci expresó que "el personal prevé que las autoridades alcancen las metas del balance estructural, aunque se espera que el déficit fiscal general sea mayor en 2019, sobre todo como consecuencia de las expectativas de precios más bajos del cobre que los contemplados en el presupuesto. Se prevé que la deuda se estabilice a comienzos de la década de 2020. Ante la incertidumbre que se avecina, cobrará aún más importancia la firme orientación de las futuras medidas de política monetaria, que habrán de seguir estando supeditadas al surgimiento de señales claras sobre la trayectoria de la inflación".